Un paso atrás

Los mercados de valores volvieron a apostar por la opción estadounidense en una jornada que, en el caso de Madrid, mantuvo fuera de juego a los inversores que actúan a través de la red bancaria por ser jornada festiva en esta comunidad.

Tras una apertura medianamente positiva de la bolsa española, las dudas sobre el posterior comportamiento de Wall Street provocaron un goteo en las cotizaciones que culminó con un descenso del 1,31% en el Ibex 35 y del 1,20% en el índice madrileño.

La contratación del Mercado Continuo se situó en un nivel aceptable: 240.169 millones de pesetas, 1.443,44 millones de euros, pero con una concentración muy alta entre los grandes valores.

Los datos económicos que se publicaron en Estados Unidos confirmaron la discreta recuperación del consumo que apuntaba el dato del PIB del primer trimestre, con una revisión al alza de los pedidos de bienes duraderos de marzo y una mejora sensible de los pedidos a fábrica.

La reacción de Wall Street fue negativa en un primer momento, ya que los inversores se mantienen ahora más pendientes de futuros descensos de los tipos de interés que de la marcha de la economía. Las bolsas europeas no opusieron resistencia alguna a ese paso atrás del mercado estadounidense y terminaron con pequeños recortes.

En la bolsa española esos retrocesos tuvieron mayor importancia en torno a los valores bancarios y, en menor medida, en comunicaciones, lo que suponía poner el signo negativo sobre más del 50% de la ponderación del Ibex 35.