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Kahn impone el peso de la experiencia

El portero alemán protagoniza un partido espectacular, en contraste con Casillas

Oliver Kahn, pilar del Bayern, nació hace 33 años y se crió a la sombra de los éxitos del gran Maier, el guardameta del Bayern de los setenta. Ayer el Bernabéu le señaló como diana de sus abucheos. El árbitro le sacó una cartulina amarilla por perder tiempo y Raúl le insultó de arriba a abajo después de que le sacara un balón en boca de gol, en un uno contra uno. Ocurrió en los primeros minutos del choque. A partir de ahí, Kahn se metió el partido en el bolsillo. Despejó remates de todo tipo y mostró unos reflejos extraordinarios para atrapar y blocar balones que se quedaban pegados a sus guantes. Probó que lo que dijo, hace unos días, era lo que sentía: "El Bernabéu es un infierno muy agradable".

Si Effenberg fue el eje sobre el que giraron los ocho jugadores del Bayern cuando perdían el balón, Kahn paró los tiros que se filtraron por las fisuras. "Tiene mérito", dijo Helguera; "pero con tantos defensas se hacía difícil tirarle con claridad". Del Bosque apuntó sobre la misma idea: "Fue una parte más del eficaz sistema defensivo del Bayern". Y Savio: "¡Pero si defendieron con nueve jugadores por detrás del balón!, ¡sólo Elber se quedó por delante!".

Kahn fue importante para los alemanes en la medida en que basaron toda su estrategia en la defensa. "Estuvo fenomenal", dijo Hitzfeld; "paró centros muy fuertes y muchos disparos de media distancia, y la línea de tres le ayudó enormemente, con Andersson como líder. Para nosotros defendernos bien fue lo más importante en la medida en que la única posibilidad que tenemos de pasar la eliminatoria pasa por defendernos. Si el Madrid tiene buen juego, nosotros tenemos un equipo que intenta ser compacto y cerrar espacios".

"Estuvo normal", dijo Casillas estrechándose de hombros; "paró bien y punto". El portero del Madrid, que detuvo un par de disparos difíciles, vivió en soledad la mayor parte del encuentro. Le atacaron poco y, en alguno de los balones que paró mostró dificultades para el blocaje en contraste con la capacidad de Kahn para retener en sus manos las pelotas. El gol de Elber fue un ejemplo de lo que advirtió el entrenador del Bayern, Hitzfeld: "En la actuación de Oliver Kahn jugó un papel muy importante la edad. Iker Casillas es un portero con un enorme talento pero quizá le falte experiencia". El gol de Elber, desde 30 metros, quizá fue producto de la falta de minutos de Casillas en el fútbol de máximo nivel. El tiro, ni fuerte ni a bocajarro, le sorprendió.

Para celebrarlo, el equipo alemán permaneció en la noche de ayer en Madrid. Con Beckenbauer a la cabeza dejaron el Bernabéu para ir a su hotel, en el Paseo de la Castellana, a comerse una paella.

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