El poeta de los obreros

Joan Valls (Alcoy 1917- 1990) vivió y desarrolló gran parte de su obra literaria en su domicilio de la Placeta del Fossar en Alcoy. Este escenario, sobre el cual descansan muchos antepasados locales, fue el marco del homenaje al poeta al que ayer se sumaron algo más de un centenar de amigos y simpatizantes del autor del Quadern Vermell. Valls, que ayer hubiera cumplido 84 años, escogió la lengua valenciana para escribir ésta y otras tantas obras en la difícil dictadura franquista. Esta circunstancia y el elogio de las clases trabajadoras fueron las constantes en la literatura del autor valenciano más laureado por los Juegos Florales.

El homenaje, organizado por la Associació Cultural Amics de Joan Valls, se tornó agradecimiento a los antiguos trabajadores 'por haber sobrevivido' y 'por no bajar la cabeza ante los señores feudales, primero, y los patrones del nuevo mundo industrial, después, a quienes cedieron lo mejor de sus vidas'. Así encabezó el escritor alcoyano Jordi Botella el discurso que inició el acto y en el que enfatizó que el triunfo industrial de la ciudad había que buscarlo no sólo en la clase empresarial, sino también 'en aquellos que hoy descansan aquí, hombres y mujeres anónimos sobre cuyas espaldas progresó la ciudad'.

Columnista de la revista El Temps y distinguido a mediados de los ochenta con el premio Sanchis Guarner, Joan Valls dejó en sus composiciones poéticas y piezas dramáticas testimonio de esta parte de la historia. Una de las más populares, La Guapeta d'Alcassares, tiene como marco histórico la Revolución del Petrolio de 1873, una revuelta obrera que concluyó con la muerte del entonces alcalde de Alcoy. 'Valls simbolizó en su obra y en su figura, pequeña y sensible, la fuerza de una ciudadanía para llevar adelante un proyecto vital', señaló Botella.

En relación a sus composiciones dijo que 'sus versos son como el extremo de un iceberg sobre el cual palpita el orgullo de un pueblo por mantener viva la llama de su lengua por encima de siglos y circunstancias'.

El público asistente, integrado por gente de todas las edades, siguió en vivo este homenaje que embellecieron la Coral Polifónica Alcoyana y el Taller de Poesía del Club d'Amics de la Unesco de Alcoy. La lectura de poemas de Valls estuvo amenizada por la Coral Polifónica que, dirigida por Eduardo Terol, interpretó versiones de Pressentiment de la Primavera de F. Mendelssohn, L'Estaca de Lluís Llach y Vell Anhell. Esta última pieza, con letra de Francesc J. Pozo sobre una coral de Johann Sebastian Bach, sonó en el acto de concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad de Alcoy a Ovidi Montllor. El homenaje y los elogios desbordaron a Sara, viuda del escritor. 'Hace muchos años que ha muerto y es de agradecer que todavía se acuerdan de él', dijo.

Las alusiones a la clase trabajadora en este acto fueron las únicas que se escucharon ayer en Alcoy. Por primera vez, la ciudad no celebró actos del Primero de Mayo por falta de presupuestos, según los sindicatos. Los líderes sindicales ni tan siquiera asistieron al homenaje, que sí contó con la presencia de representantes de los partidos de izquierdas y de diversas entidades cívicas de la población.