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Una juventud de descreídos

El 21,2% de los electores vascos tiene entre 18 y 29 años y muestra una enorme desconfianza en la clase política

Naiara Galarraga Gortázar

Los cinco votarán. Dos incluso han elegido a quién. Pero los tres restantes aún no se han decantado por unas siglas concretas. Tienen 16 días más para pensárselo. Es viernes 27 de abril. La campaña echó a andar hace unas horas. Sentados en torno a una mesa de la cafetería de la Universidad de Deusto, estos cinco estudiantes de 5º de Derecho prefieren no revelar por quién votarán o entre quiénes están las dudas. El voto de los jóvenes es una incógnita. Aún más en el caso de los 63.000 (3,5% de los electores) para quienes éstas serán sus primeras autonómicas.

Los 378.402 electores de hasta 29 años pueden elegir 16 de los 75 escaños (el 21%) del Parlamento de Euskadi.

El director del Euskobarómetro, Francisco Llera, apunta una serie de tendencias sobre el comportamiento de los electores que se estrenan en unas autonómicas: son más propensos a acudir a las urnas que el resto de los menores de 30 años, a votar por opciones autonomistas y tienen menos reparo de apostar por opciones de derecha. Llera sostiene que el comportamiento de los jóvenes alaveses cobra especial importancia en esta ocasión. Los escaños son más baratos en esta provincia, que es además en la que más ha aumentado el voto global no nacionalista.

La precariedad laboral, los altos precios de la vivienda y ETA son sus grandes preocupaciones
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El sociólogo de Deusto y experto en juventud Javier Elzo sostiene que entre los jóvenes votantes de Vizcaya y Guipúzcoa 'ganarán con certeza los nacionalistas', aunque el trecho entre nacionalistas y no nacionalistas se ha ido estrechando. En Álava este acercamiento es incluso mayor, con lo que cabe la posibilidad, a juicio de Elzo, de que en el segmento juvenil venzan los no nacionalistas.

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Los cinco contertulios de Deusto -Ainhoa, Carlos, Ione, Leire y Maribel, de 23 y 24 años- eluden definirse como nacionalistas o constitucionalistas. Es una actitud que comparte buena parte de su generación. El 25% de los vascos de entre 15 y 29 años ni sabe ni contesta cuál es el partido con el que más se identifica; otro 37% responde que con ninguno, según la radiografía que el Gobierno vasco hizo de la juventud vasca en 2000. Todos los partidos, incluido Euskal Herritarrok, logran un menor respaldo en la encuesta Juventud 2000 que entre el electorado en general.

Los cinco estudiantes hablan nada bien de la clase política en general, sin mencionar candidatos o partidos. Son el reflejo de una juventud plagada de descreídos. Exhiben una actitud que Elzo califica de 'muy preocupante'. Los jóvenes 'tienen la imagen de que los políticos sólo luchan por un puñado de votos', dice este sociólogo. 'Para empezar, los políticos deberían cumplir cada uno con sus postulados ideológicos, cosa que ahora no hacen. Sólo hablan del conflicto vasco, pero ni siquiera para proponer soluciones sino para culpar al otro', afirma la desencantada Ione. Ella y sus compañeros añaden otro motivo de enfado que ha surgido en los últimos tiempos: 'Convocan manifestaciones más que para decir no a ETA para que otros no vayan. Y viceversa'.

Edorta Martínez es de los que sale a la calle a decir no a ETA en silencio. Se unió a Gesto por la Paz hace ya cinco años, con 17. Le disgusta que su generación sea poco consecuente: 'Me sorprende que el 90% de los jóvenes diga que critica a ETA, porque somos muchos menos los que superamos el miedo para decirlo en la calle'. Desde el nacimiento de Gesto, hace 15 años, los jóvenes son el motor de esta coordinadora pacifista. Las plataformas ciudadanas contra ETA surgidas tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco giran, en cambio, en torno a adultos, como subraya Elzo.

El pacifista Martínez, que vive en un pueblo, Andoain -el más grande de la comarca guipuzcoana del Goierri- y estudia en el campus donostiarra de la Universidad del País Vasco -'otro pueblo en el que hemos vivido situaciones muy tensas con las contramanifestaciones'- percibe un cambio muy significativo en los últimos tiempos. 'No sé si porque yo lo fuerzo, pero la gente habla mucho más, para bien y para mal; que la gente se atreva a opinar es un gran paso'.

Pero dos de cada tres jóvenes vascos admiten que todavía comprueban con quién están antes de opinar sobre política, según la encuesta Juventud 2000; incluso ahora, cuando los expertos coinciden en que el rechazo a ETA entre los jóvenes es mayor que nunca. Aunque aún existe un 10% que 'justifica la violencia para lograr fines políticos' en todos o en algunos casos. El sociólogo Elzo explica que los violentos 'son menos hoy, pero están más dispuestos a echarse al monte'.

Las grandes preocupaciones de la juventud vasca son la precariedad del empleo, las escasas perspectivas laborales de ciertos estudios y los escandalosos precios de la vivienda, además de ETA, explica el director de Juventud del Gobierno vasco, José Luis Madrazo.

Los tres indecisos de la cafetería de Deusto aún tienen doce días por delante hasta el 13 de mayo para elegir a quién apoyar. Opinan que 'la campaña no sirve para decidirse'.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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