España exige a Rabat que frene el tráfico de droga y de inmigrantes

Rajoy contribuyó a incrementar ese temor al declarar, ayer por la mañana, que la organización por parte española del paso del Estrecho no era lo mismo 'con un convenio de pesca que sin él'. Los colaboradores del ministro insistieron después en que se había sacado de contexto y malinterpretado la intervención del ministro.

Ante su homólogo marroquí, Ahmed Midaui, el ministro español subrayó que este año se incrementará la capacidad de transporte entre las dos orillas en 1.000 vehículos diarios hasta alcanzar los 11.000. Y también destacó que el aparcamiento del puerto de Algeciras será ampliado hasta superar las 10.000 plazas.

'Aunque parezca sorprendente', señaló ayer un diplomático español, '[los representantes de Marruecos] creían que podíamos retener a marroquíes iracundos en el puerto de Algeciras y vengar a los pescadores haciéndoselas pasar canutas a los inmigrantes que volvían a Marruecos'.

Garantizado el paso del Estrecho, los ministros españoles expresaron a los enviados del rey de Marruecos su 'malestar' por el desacuerdo pesquero y les exigieron mayor control del tráfico de hachís y de las fronteras para frenar la emigración irregular hacia la Península, que en los primeros tres meses de 2001 ha vuelto a superar los registros del mismo periodo del pasado año.