El Ayuntamiento y la familia de Brossa se disputan un 'tàpies'
El simposio dedicado al poeta terminó ayer
Retrat de Joan Brossa (1950- 1970) es un lienzo de la primera etapa de Tàpies, cuyo valor podría oscilar entre 50 y 70 millones de pesetas, a los que habría que añadir los 15 o 20 millones del dibujo. Actualmente se encuentra en poder de Pepa Llopis, viuda de Brossa, quien lo ha cedido para la exposición que se celebra hasta el próximo 27 de mayo en la Fundación Miró, Joan Brossa o la revolta poètica.
El origen de la controversia se remonta a 1988, cuando el artista cedió una considerable parte de su colección -en la que figuraba el cuadro- al Ayuntamiento de la ciudad a cambio de una pensión vitalicia de 100.000 pesetas al mes (actualizables anualmente). Más tarde, también lo incluyó en el testamento, donde legaba el resto de su obra y los derechos correspondientes a su compañera, nombrada además presidenta vitalicia de la fundación que llevaría su nombre (constituida en enero de 2000), de la que también forma parte el consistorio barcelonés. Según Ferran Mascarell, concejal de Cultura, 'una Administración pública no puede entregar un bien colectivo a un particular por el simple hecho de que éste lo pida, por lo que el caso deberá decidirlo una resolución judicial. Ahora bien, si ésta decide que debe prevalecer la legación testamentaria, pues entonces se lo quedará la familia y tan amigos. Mientras tanto, nosotros le hemos propuesto que lo conserve en usufructo igualmente en régimen vitalicio'.
Legado brossiano
La Fundación Brossa fue propuesta por el artista mismo para evitar la dispersión de su obra, y actualmente es la depositaria de todo el legado brossiano, tan extenso que a menudo entre sus carpetas aparecen inéditos, como las 58 páginas de versos que la profesora Glòria Bordons presentó el miércoles en el simposio o varias obras de teatro escritas en la década de 1940. Los costes de inventariado de todo ese material, además del alquiler del piso donde está depositado, van a cargo de los escasos recursos de la fundación, obtenidos mediante la cesión de obras para exposiciones. Pepa Llopis explica: 'Como con esto no nos basta para cubrir los gastos, hemos intentado llegar a algún acuerdo con las instituciones. Últimamente hemos probado la vía privada, pero no conseguimos ponernos de acuerdo: a nosotros la idea de montar un museo Brossa no nos parece adecuada'.
Las negociaciones fallidas de Llopis y la tesorera de la fundación, su sobrina Carme Llopis, tuvieron como interlocutor el empresario farmacéutico y coleccionista Antonio Vila Casas, propietario de un museo de pintura en Torroella de Montgrí y otro de escultura en Pals. Por su parte, Mascarell asegura que el Ayuntamiento ha colaborado con la fundación 'aportando personal para la confección del inventario y ayudando a buscar un patrocinador [para la exposición], pero no ha dado ninguna subvención en efectivo porque nunca nos lo han pedido'.
'Un fracaso'
En cuanto a la actividad estrictamente cultural, el Simposio Internacional concluyó ayer la parte presencial con una apasionada intervención de Maria Lluïsa Borràs, conocedora de la obra de Brossa por su condición de crítica de arte y de la persona por su condición de amiga personal. Borràs desautorizó con contundencia a quienes califican a Brossa de surrealista, 'pues el surrealismo es cosa del pasado y Brossa era un hombre de su tiempo'. Tras enumerar los estamentos a los que el creador criticó en sus obras ('el Estado español, la Iglesia, la sociedad, la política y el arte dentro del arte'), la estudiosa lanzó también una pulla contra la citada exposición de la Fundación Miró, cuyo comisario es el presentador del acto, Manuel Guerrero: 'Joan Brossa o la revolta poètica ha sido un fracaso, ya que se ha perdido la oportunidad de dar una visión global del artista, contextualizándolo en el arte internacional, y se ha limitado a dar la tópica imagen de poeta que hacía juguetes'.
A partir del próximo 14 de mayo empieza la parte virtual del simposio a través de la revista on line JOCS (www.uoc.es/jocs), dividida en tres fases semanales: del 14 al 20 de mayo, publicación de las ponencias del simposio y propuesta de los ejes de debate; del 21 al 27 de mayo, debate virtual, y del 28 de mayo al 3 de junio, síntesis y conclusiones.
Mientras tanto, los amantes de la faceta menos conocida del autor de Poesia rasa tendrán la oportunidad de asistir al ciclo organizado por la Filmoteca de Catalunya (del 30 de abril al 13 de mayo), donde se proyectarán, entre otros, sendos filmes realizados por Pere Portabella, Manel Cussó y Frederic Amat sobre guiones suyos, así como una serie de cortometrajes protagonizados por el transformista italiano Fregoli, el gran mito de Brossa.
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