La UE explicará por qué califica de 'secretos' algunos de sus documentos

La Unión Europea dirimió ayer el grave contencioso que enfrentaba fundamentalmente al Consejo de Ministros y a la Eurocámara por el acceso a los documentos oficiales. En un esfuerzo negociador, en el que participó también el Ejecutivo comunitario, se logró acordar por vez primera un reglamento que establece la obligatoriedad de dar cuentas al Parlamento sobre los documentos que las instituciones hayan clasificado como secretos.

El reglamento consensuado ayer sirve para dotar a la UE de una mayor transparencia, según la presidencia sueca de turno, o para ejercer un más férreo control sobre los documentos oficiales, según los Verdes, Izquierda Unitaria y algunos observadores.

A favor de la primera opinión está el hecho de que el reglamento establezca que 'todo ciudadano de la Unión (...) tiene derecho a acceder a los documentos' de las instituciones europeas (Consejo, Parlamento y Comisión) y se incluyen los que llegan a dichas instituciones y los que controlan las agencias europeas (incluso Europol). También está el hecho de que las instituciones tendrán que razonar su negativa a dar acceso a un documento. A favor de la segunda hablan las exhaustivas excepciones a la accesibilidad que contempla el reglamento.