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La UE da carpetazo a las conversaciones y apuesta por reconvertir la flota

Los ministros de Pesca de la UE dieron ayer en Luxemburgo carpetazo definitivo a la negociación del acuerdo pesquero con Marruecos. Los Quince consideran que las condiciones para la pesca que quiere imponer Rabat a la flota comunitaria hace inviable la continuidad de la actividad en esas aguas y que se debe proceder a la reconversión de la flota. El Gobierno español dice que se debe afrontar de inmediato y en serio el proceso de reactivación económica de las zonas dependientes de ese caladero.

La Comisión Europea, el Gobierno español y el sector pesquero confiaban en que en el último minuto Rabat pusiera sobre la mesa una nueva propuesta que permitiera retomar la negociación. Pero sólo llegó una carta en la que volvía a insistir en su última oferta, la que provocó la ruptura el 26 de marzo. 'La utopía de la flexibilidad marroquí no existe', declaró el ministro Miguel Arias Cañete. 'No tiene sentido seguir soñando con que la negociación continuará. No creo en milagros', añadió el comisario Franz Fischler.

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Ante este panorama, Fischler aconsejó a los ministros de la UE que se diera carpetazo a la negociación mientras Portugal insistía en que se retomara. Al final cedió y el Consejo adoptó por unanimidad unas conclusiones en las que asegura que 'bajo la situación actual no es posible llegar a un acuerdo mutuo beneficioso para la UE y Marruecos' y pide a la Comisión 'que presente lo antes posible un programa de reestructuración'.

Este programa 'debe tener en cuenta los aspectos económicos y sociales de las regiones afectadas y proveer todas las alternativas posibles para la flota afectada' y deberá estar adoptado ante de que expiren las actuales ayudas al amarre, en junio. Fischler insistió que se debe proceder a la reestructuración 'por muy amargo que sea para los afectados'. El programa diseñado por España tiene un coste de 540 millones de euros (89.640 millones de pesetas), de los que 300 millones de euros se pretenden conseguir del dinero que no se dará a Marruecos.

El Gobierno español apoyó sin fisuras a la Comisión. 'No podemos mantener una flota amarrada indefinidamente hasta que quiera Marruecos', dijo Cañete. Su ministerio está dispuesto a apoyar a los armadores para que alcancen acuerdos privados que le permitan seguir manteniendo la actividad.

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