¿Mutamos?

La realidad, bajo mi punto de vista, es la siguiente:

- Si usted posee una casa en este barrio y no hay infraviviendas en la finca, todo va bien. Puede recibir unas ayudas muy buenas para arreglar su fachada, su cubierta e incluso el interior de su propia vivienda.

- Si usted tiene la desgracia de ser un habitante de una infravivienda o haber comprado una casa con vecinos que viven en infraviviendas, la realidad es bien diferente. Para poder acceder a las ayudas hay que cumplir unos requisitos imposibles en un barrio como Lavapiés. Aunque los vecinos lleguen a un acuerdo, cosa bastante difícil, se va a encontrar con grandes obstáculos legales.

Como no hay dinero, muchos vecinos no han elevado a público sus escrituras. Otros, que no viven en los edificios, alquilan cochambres a precios muy elevados. Los clientes sobran y la especulación está a la orden del día. Todo esto hace inviable que usted acceda a una ayuda. Eso si no tiene la desgracia de contar entre sus vecinos con alguno que haya pasado a mejor vida sin haber hecho testamento (sólo le costaría unos siete años arreglar el problema) o si los herederos no están localizables. Comience entonces la rehabilitación por su cuenta cuanto antes. Hay 130 casas con este problema y en tres años no se ha logrado solucionar más que en tres inmuebles.

Parece que la idea de nuestro alcalde es, entre otras cosas, aumentar el nivel de vida del vecindario (lo dice en el folleto de propaganda de excelente papel cuché, debajo de su foto). Y yo ya dudo si no estaré un poco ofuscada, pero, de momento, lo que veo es que tengo que asumir el problema social de mi comunidad y no puedo acceder a ninguna ayuda. Quizá se logre aumentar el nivel de vida de los vecinos cuando nos vayamos y vengan otros de otro nivel. Y, con los fondos que sobren, se puede organizar una comida de despedida con todos los vecinos que se tengan que marchar vestidos de chulapos.

Cada vez que veo un cartel de esos de 'entre todos rehabilitamos Lavapiés', siento convulsiones. Quizás sea un síntoma de uno de los objetivos de estos programas: la regeneración del tejido social del barrio. ¿Estaremos mutando?