Segregación en Ceuta

Leo con rabia e indignación en EL PAÍS del 18 de abril que los alumnos de secundaria más conflictivos de Ceuta han sido agrupados en dos aulas separadas de las del resto de sus compañeros. Esta brutal medida contradice el espíritu y la letra de la LOGSE. Me permito recordar que tan benéfica ley de reforma educativa prohíbe taxativamente cualquier tipo de segregación, incluida la espacial, de los estudiantes de secundaria, ya que uno de sus principios básicos es el de la educación en la diversidad planteada como proceso interactivo que se verifica en el seno de las aulas entendidas como foro de participación democrática que no admite discriminación de tipo alguno. Tal principio fundacional se asienta en otro pilar no menos fundamental: la enseñanza comprensiva. Todos los especialistas en pedagogía y psicopedagogía coinciden en que la distribución aleatoria de los alumnos en las aulas constituye la esencia de la LOGSE, al tiempo que garantiza la consecución de los objetivos progresistas e igualitarios que la vieron nacer. El ejemplo de Ceuta es uno más de la larga lista de actuaciones contrarreformistas impulsadas por la derechona, cuya finalidad inconfesa es la de recluir en verdaderos guetos a unos jóvenes a los que se les niega taxativamente la sana y plural convivencia con el resto de sus compañeros. Hablemos claro: la violencia en los institutos se ha exagerado hasta la caricatura, y la que pueda existir no se arregla 'encarcelando' a los jóvenes, sino exigiendo a los profesores que se adapten a la reforma y preparen a todos sus alumnos, y en las mismas aulas, para la convivencia pacífica y el respeto a la diferencia. Por lo demás, me sorprende que la fiscalía de Ceuta no haya actuado de oficio para frenar la aplicación de una medida que infringe algunos preceptos esenciales de una ley orgánica del Estado.-