Denuncias y risas

La asamblea del sábado por la noche dio mucho de sí: duró tres horas y se produjeron una veintena de intervenciones, incluidas las del público. El portavoz de la PDE, Toni Borrell, calificó de 'político trasvasista' y 'traidor' al nuevo delegado del Gobierno de la Generalitat, el alcalde de L'Ampolla, Francesc Sancho, de CiU. Pero fue mas allá y le atribuyó el intento de 'comprar' en nombre del Gobierno de la Generalitat a diversos miembros de la plataforma ofreciéndoles cargos, 'que han sido rechazados', puntualizó. A pesar de que no dio nombres públicamente, fuentes de la plataforma explicaron que al representante de Deltebre en la organización, Jordi Gilabert, se le ha ofrecido en dos ocasiones el cargo de delegado del Departamento de Cultura, que actualmente desempeña un histórico de Convergència, Ramon Miravall. Es curioso que el inmueble escogido por Sancho como sede de la delegación, el Palau Oliver de Boteller, de Tortosa, ha sido ocupado durante años por Miravall y actualmente ambos lo comparten.

Montse G. Castellà, que trabaja en los medios de comunicación locales, aseguró en su intervención que se han producido 'llamadas telefónicas' en nombre del consejero de Medio Ambiente, Felip Puig, a determinadas televisiones locales de las tierras del Ebro para pedirles que dieran 'un enfoque determinado' a la noticia de su reciente visita. Esta joven activista espetó: 'No estamos en venta y no tenemos precio'.

El último en intervenir fue Manolo Tomàs, quien, como principal cabeza visible de la plataforma en los últimos siete meses, fue recibido en el escenario como si de un ídolo se tratara. Se jactó de que la tramitación de las enmiendas al PHN, que inicialmente se preveía realizar en siete meses, se está liquidando en menos de una semana porque sus promotores les tienen 'miedo'. Finalmente aseguró que la movilización ante Europa recibirá el apoyo de entidades sociales de otros países y dijo: 'Dejaremos en ridículo al Gobierno de Aznar y al de su aliado Pujol. Ellos ahora están contentos porque pasan el rodillo, pero quien ríe último ríe mejor'.