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Columna
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Terrenitos

Desarrollo urbano. Sobre esa palabra se han construido proyectos especuladores que han secuestrado a los municipios durante décadas. Hay ciudades que generan empresarios audaces. Hay urbes donde sus ciudadanos, de casi toda condición, tienen a gala preservar sus intereses colectivos de aquellos otros que responden a provechos particulares. Está perfectamente claro cuál es la zona común, intocable, que nadie puede privatizar. Hay otras localidades donde hace tiempo que se ha perdido la frontera entre lo público y lo privado. Sevilla sufre como pocas este síndrome de ciudad castigada por las perturbaciones especuladoras. Hace dos días ha saltado de nuevo la palabra 'Tablada'. Esa zona lindante con la ciudad, pegada a su historia desde hace siglos, hace pocos años fue subastada por el Ministerio de Defensa por cinco mil millones. Las dos cajas de ahorro sevillanas se hicieron con la propiedad de los suelos con vistas a promover una operación privada de construcción de 15.000 viviendas. A su frente estaban dos ex concejales socialistas de Sevilla, uno de ellos Delegado de Urbanismo. Poco dijeron acerca de que ese suelo había sido público toda la vida y nada declararon sobre el carácter rústico anegadizo de su terreno. Sólo confiaban en la modificación del Plan General. Fue una operación perfectamente descrita en los manuales urbanos desde la época del desarrollismo urbano de los años 60 y 70.

El PA, partido que controla y manda sobre el urbanismo sevillano desde hace 12 años, autorizó y estuvo detrás de aquella operación. Hoy, otro concejal del mismo partido, anuncia la expropiación de esos terrenos para dotar a Sevilla de un colchón verde metropolitano. ¿Qué ha ocurrido para este giro espectacular? ¿Cuáles son las claves de ese cambio de rumbo? Algo nos tendrán que explicar los regidores de esta ciudad ingobernada que es Sevilla. Bienvenida sea la noticia de la expropiación por lo que supone de enmendar un disparatado negocio. Sólo nos queda saber si esa expropiación tiene algo que ver con la otra operación de 'desarrollo urbano' de Puerto Triana. El tiempo lo dirá. De momento sigue mostrando su cara la labor social de estas dos cajas sevillanas: cofradías, arte sacro y, especialmente, compra de terrenitos, como se ha hecho siempre.

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