'Hay que deponer las armas en la guerra de sexos'
Con En esos brazos (Seix Barral. Biblioteca Formentor), una novela en la que una mujer evoca a los hombres con quienes se ha relacionado, desde su padre a su marido, los amigos y los amantes, la escritora francesa Camille Laurens (Dijon, 1957) obtuvo en su país el premio Fémina 2000. Sus seis obras anteriores consiguieron muy buenas críticas, pero no se difundieron fuera de Francia. El trampolín del Fémina ha permitido que En esos brazos se traduzca a 25 idiomas. 'Es lo más importante del premio, darse a conocer en otros países', asegura Laurens.
Pregunta. ¿Por qué ha construido un personaje femenino rodeada de un universo en el que sólo hay hombres?
Respuesta. No es un universo de hombres. Es la voluntad de mostrar cómo una mujer, muy cercana a mí, tiene un vínculo con los hombres que han pasado por su vida. Son relaciones constructivas o destructivas, pero que, a largo plazo, influyen en tu personalidad. Todos los hombres forman una especie de categoría única porque lo importante es la relación, los sentimientos que le unen a los hombres. Además, la relación de una niña con su abuelo o con su padre determina cómo se llevará con el sexo opuesto el resto de su vida.
P. ¿Ha escrito desde una perspectiva de literatura femenina?
R. Hay escritores que son hombres y escritores mujeres, pero no creo en que la literatura tenga género.
P. ¿Es usted feminista?
R. No es una novela que pretende plantear una tesis de las relaciones entre hombres y mujeres. Ése no fue mi objetivo. Sin embargo, considero que mi novela es feminista porque defiende la libertad de la mujer para mirar a un hombre, amar, expresar lo que piensa y decidir por sí misma. Es feminista porque reivindica la libertad incluso dentro de una relación. Pero no lo es en el sentido del feminismo militante de los años 70, en el que planeaban las ideas de que la mujeres no necesitaban a los hombres o que era inevitable la guerra de sexos. Mi postura es que hay que deponer las armas en la guerra de sexos y considerar que hombre y mujeres se necesitan y son complementarios.
P. ¿Cómo ve hoy la lucha por la igualdad de las mujeres?
R. Es positivo que haya disminuido la agresividad. Mis lectoras me dicen que el libro es un signo de no hostilidad hacia los hombres.
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