El presidente de Chile defiende en Francia la creación de una América Latina "capaz de hablar con una sola voz"

El presidente de Chile, Ricardo Lagos, manifestó ayer su voluntad de acelerar las conversaciones con la Unión Europea (UE) para establecer un acuerdo de libre comercio, iniciativa que considera compatible con la que este fin de semana se abordará en Quebec (Canadá) para establecer la futura Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) a partir de 2005. La preponderancia de Estados Unidos en ese área debería contrapesarse con una América Latina "capaz de hablar con una sola voz", a fin de que "se nos escuche un poco más", puntualizó el presidente chileno.

Lagos defendió esta doble iniciativa al termino de su visita de tres días a París, en la que tanto el presidente de la República francesa, Jacques Chirac, como el primer ministro, Lionel Jospin, le mostraron su apoyo y comprensión hacia el objetivo chileno de conseguir la zona de libre comercio de la UE con su país. Los dirigentes franceses y el presidente chileno han querido subrayar la voluntad de avanzar hacia unas relaciones económicas cada vez mejores, una vez normalizada la situación política en Chile, país del que Lagos afirmó rotundamente que es "una democracia solida".

El presidente chileno almorzó ayer con Chirac y le invitó a visitar su país. Al termino de la comida, el presidente francés expresó su deseo de que las negociaciones de la UE con Chile vayan "al mismo paso que las de Mercosur", pero tampoco descartó dar mayor impulso a la negociación con Chile. Lagos buscaba apoyos para que se desvincule el calendario de las negociaciones que los Quince sostienen con Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), del que Chile es país asociado, respecto de las que Santiago desea mantener en paralelo con la UE.

Para el presidente chileno, buscar estos acuerdos no pone en peligro los objetivos de Mercosur, que deben ser mas amplios: Lagos ve esta asociación como un espacio para el entendimiento de grandes políticas macroeconómicas, algo que debería desembocar en un "pequeño Maastricht" para ser algo. El presidente chileno se manifestó en contra de medidas como la paridad de la moneda de su país con el dólar -"sería una camisa de fuerza"- y con el euro: "El cambio debe ser libre. No entiendo eso de pegarse a una moneda extranjera".

Lagos considera a su país bien preparado para incrementar los intercambios comerciales, tanto con Estados Unidos como con la Unión Europea. Con un crecimiento económico del 5,4% el año pasado, "lo que se discute es si este año creceremos al 4,5% o al 5,5%, lo que es un buen debate para lo que vemos en el mundo de hoy". Más de la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) de Chile corresponde a importaciones y exportaciones, lo cual demuestra la importancia para este país de insertarse bien en la economía mundial. También anunció una reducción al 6%, en dos años, de unos aranceles ya situados hoy en una cota baja: el 8%.

Lagos se lleva también de Francia el compromiso de admitir 200 estudiantes chilenos cada año para desempeñar tareas de "asistente de lengua castellana" y recibir una retribución por ello -además de realizar estudios de posgraduados- en el marco del programa de ampliación de idiomas explicado recientemente por el ministro francés de Educación, Jack Lang, en declaraciones a EL PAÍS. Los jóvenes chilenos enseñarán español en colegios y liceos de enseñanza media.

El presidente de Chile se lleva también el respeto de las autoridades francesas hacia el funcionamiento de la democracia en su país. Chirac subrayó ante los periodistas "los progresos considerables que se han realizado en Chile en la lucha contra la impunidad de los crímenes cometidos por la dictadura" y la abolición de la pena de muerte en ese país, votada por el Parlamento chileno. Francia fue uno de los países que pidió la extradición de Augusto Pinochet durante su detención en Londres.