El edil que decide la alcaldía de Burgos pide al PP que invierta 400.000 millones

El mapa político de Burgos, surgido de las últimas municipales, complica cualquier tipo de pacto. En el Ayuntamiento hay ahora seis grupos. Los socialistas tienen nueve diputados de un total de 27. En 1999 se aliaron con Tierra Comunera, que tiene tres, y con Izquierda Unida (dos), para lograr los 14 ediles que forman la mayoría absoluta. En el otro lado estaban los 10 del PP, y tres de la formación de Baeza, que se llama Acción Popular Burgalesa Independiente. Ahora le quedan dos, porque José Manuel Nuño pasó al Grupo Mixto.

Tierra Comunera abandonó el Gobierno porque, según dice su secretario general, Luis Marcos, los socialistas bloquearon los proyectos en las áreas que ellos tenían encargadas y la gestión municipal vivía 'una crisis interna permanente'. Ahora el PP, que tiene que liderar la moción de censura, tiene dos opciones. En cualquier caso debe contar con Tierra Comunera, que está dispuesta a ofrecerle su apoyo, pese a ser un partido progresista, 'para salvar' el bloqueo del Ayuntamiento. Pero el PP necesita además otro concejal. Pactar con el tránsfuga rompería el acuerdo antitransfuguismo al que llegó con el PSOE, pero aún así los populares no descartan esta opción. Si no, el único recurso que le queda es el grupo de Baeza, pieza clave en esta situación.

Pero este apoyo no será gratis. El polémico periodista, conocido por sus libros sensacionalistas sobre ETA y el Vaticano, dice que no quiere entrar en el Gobierno, pero que exige un 'nuevo pacto de León'. En octubre de 1999, el alcalde de esta ciudad, Mario Amilivia -conocido porque pagó la gomina que usaba con fondos municipales- logró evitar una moción de censura a cambio de firmar un pacto con Unión del Pueblo Leonés por el que se comprometía a invertir 230.000 millones en un año en infraestructuras para la ciudad.

Baeza dice ahora que sus exigencias son menores: 200.000 millones por año. Se trata de inversiones para construir una circunvalación, un hospital militar, el soterramiento de las vías del tren, un aeropuerto y otros proyectos. El PP se están reuniendo con todos, pero no quiere hablar todavía de números: hay tiempo para la moción de censura mientras se debilita al alcalde, que pierde una tras otra todas las votaciones. Silvia Enseñat, responsable de política municipal del PP, considera que 'no hay prisa'. Ángel Ariznavarreta, líder de los populares en Burgos, señala que lo único a lo que están dispuestos a comprometerse 'para garantizar la gobernabilidad' es a 'acelerar' los proyectos que ya están previstos. El mismo argumento que usó el PP en el pacto de León. 'Habría que ver cuánto se ha cumplido de aquéllo', duda Ariznavarreta.

Los socialistas no acaban de creerse la jugada. Olivares, ex director general de la Policía, ve casi imposible juntar a Tierra Comunera, de izquierdas y nacionalista, con el PP y con Baeza, uno de los artífices de la derrota de los populares con sus críticas feroces en la televisión local. El odio que el PP le tiene a Baeza y la mala imagen que se crearía si pactara con él, arguye el alcalde, permitirán que el PSOE siga gobernando hasta el final de la legislatura con IU, aunque sea en minoría. Olivares tiene un as en la manga: el 5 de abril perdió una moción de confianza ligada al presupuesto, y la ley dice que si el próximo 5 de mayo la oposición no ha logrado presentar la censura, el presupuesto quedará automáticamente prorrogado, con lo que gobernar en minoría será más fácil. Pero la moción de censura acechará, antes y después de esa fecha. Además, confía Baeza citando a Manuel Fraga, 'la política hace extraños compañeros de cama, y es el PP el que tiene el Gobierno de Madrid y el dinero para Burgos'.