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NOTICIAS DE LA EDICIÓN INTERNACIONAL

La oposición pide la dimisión del presidente del Senado brasileño por el caso de los fondos para la Amazonia

Entran en prisión los primeros 17 responsables del escándalo por el desfalco en la SUDAM

A los funcionarios se les acusa de haber desviado de los fondos de la institución para su uso ilegal la cifra de 1.202 millones de euros.

Entre los acusados aparece el empresario José Osmar Borges, que fue socio del actual y polémico presidente del Senado, Jader Barbalho, a quien ya su antecesor, el poderoso Antonio Carlos Magalhães, había acusado de corrupción oponiéndose duramente a su elección.

El ex socio de Barbalho está acusado de apropirse de 78 millones de euros y la oposición de izquierdas ha pedido enseguida que el presidente del Senado dimita de su puesto hasta que se aclare el asunto.

Sin embargo, el lunes, el presidente se dirigió al pleno del Senado para intentar defenderse. Dijo, en tono duro, "cometí sólo el delito de no haber sido un vidente, no tengo la ciencia de los magos", refiriéndose a que cuando entró en sociedad en 1996 con Borges no podía preveer que un día su socio acabaría incriminado.

Declaración de la renta

Y para explicar por qué la compra de la finca en sociedad con Borges no aparece en su declaración de la renta afirmó que fue anotada en la de su segunda mujer, Marcia Centeno, al estar en proceso de separación de su anterior esposa. Y pasó al ataque afirmando que los verdaderos responsables del desfalco de la SUDAM son los despachos que hacen de intermidarios para la adjudicación de proyectos y que acaban cobrando hasta el 40%. "Es posible comprobar", dijo, levantando el dedo hacia sus colegas senadores, "que la verdadera corrupción no está en Amazonía sino en los despachos de São Paulo".

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No se sabe aún si el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso va a defender a Barbalho o si lo abandonará políticamente.

Lo que sí es seguro es que Cardoso está convencido es el Gobierno quien, a través de la nueva ministra Anadyr de Mendoça, recientemente nombrada para atacar la corrupción política, se ha puesto al frente de la investigación. Se habla, sin dar nombres, de que hasta ahora han caído en las redes sólo algunos peces más o menos gordos, pero que pronto podrín aparecer "algunos tiburones".

Ayer mismo, Cardoso pidió a Mendoça que investigue quienes pueden ser esos "tiburones" y afirmó con cierta satisfacción: "Se está abriendo un caldero, cuyos ingredientes no colocamos nosotros", aludiendo a que se trata de un caso de desviación de fondos anterior a su presidencia. Y a la oposición, que sigue pidiendo la apertura de una Comisión de Investigación Parlamentaria sobre la corrupción, Cardoso respondió ayer que no es necesario, ya que la corrupción política "está siendo atajada por el mismo Gobierno como nunca se había registrado anteriormente en Brasil".

Lo que, en efecto, destacaban ayer los comentaristas políticos es que una demostración de que la democracia en Brasil empieza a consolidarse es que, por primera vez, escándalos de corrupción no sólo no quedan impunes como hasta ahora sino que están siendo descubiertos desde el mismo Gobierno.

Jornada de protesta de los Sin Tierra en el aniversario de la matanza de 19 campesinos

El Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra de Brasil celebró ayer una jornada nacional de protesta con motivo del quinto aniversario de la matanza de Carajás.

Este triste episodio tuvo lugar el 17 de octubre de 1996 cuando murieron en un enfrentamiento con la policía militar 19 campesinos, sin que hasta hora haya sido posible celebrar el juicio contra los 153 militares acusados de asesinato.

La jornada fue tensa, ya que se temían nuevos enfrentamientos con las fuerzas del orden al estar previstas manifestaciones en más de 23 capitales de los diferentes Estados de Brasil.

Por eso y para suavizar la situación, el ministro de la Reforma Agraria, Raul Jungman, había hecho una declaración conciliatoria por la mañana (hora local): "Es fundamental la unión de los que luchan por la justicia para reducir el índice de impunidad", añadiendo, sin embargo, que "la violencia mancharía la memoria de los muertos de Carajá". Al cierre de esta edición, no se habían registrado actos de violencia notables a pesar de que tuvieron lugar cientos de manifestaciones en las principales ciudades del país como São Paulo, donde miles de campesinos protestaron delante de la sede de Petrobrás por el hundimiento de la Plataforma P.36 y el desastre ecológico producido.

En Río, Belo Horizonte, Recife, Porto Alegre etc, los campesinos participaron en decenas de manifestaciones, vigilias de debates y hasta actos religiosos ecuménicos.

Bloqueo de camiones

La protesta más aparatosa fue el cierre del paso a los camiones del puente que une Brasil con Argentina en Uruguaina por parte de más de mil campesinos. También tenían previsto interrumpir el tráfico en varias carreteras nacionales.

Los seguidores del Movimiento de los Sin Tierra, que protestaban también contra las promesas no cumplidas por el Gobierno en el espinoso tema de la Reforma Agraria, contra los alimentos transgénicos y contra la entrada de Brasil en el Alca (Acuerdo de Libre Comercio de las Américas), se manifestaron ante las sedes de varias multinacionales, aunque su mayor protesta fue contra la impunidad otorgada a los 153 policías.

Precisamente ayer, como gesto de buena voluntad, el Gobierno sorteó los nombres de las 21 personas que deberán formar el jurado para un nuevo proceso. Algo que los Sin Tierra llevaban pidiendo desde la último suspensión del juicio.

Una de las mayores dificultades para reanudar el juicio está siendo alcanzar el número legal del jurado popular ya que la mayoría renuncia alegando motivos de salud o familiares, cuando en realidad se trata del miedo a la venganza de los militares y a las amenazas explícitas que solían recibir.

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