LOS SANTOS DEL AYUNTAMIENTO

Se ha creado una santa polémica entre los concejales de Río de Janeiro. Resulta que uno de ellos, Paulo Mello, de uno de los partidos que apoya al actual gobierno (PMDB), que es, además, pastor de la Iglesia Universal y se siente muy progresista, ha presentado un proyecto de ley para que sean abolidas las imágenes de santos en la Cámara de Concejales y en el mismo Palacio del Ayuntamiento. Y se ha armado la revolución. Los diputados alegan que eso es absurdo porque esas imágenes como la de San Sebastián, patrono de la ciudad, o la de San Jorge, bien visible a la entrada de la Cámara, forman parte de un tesoro artístico, prescindiendo de la fe de los diputados. 'A mí nadie me quita a mi San Jorge del despacho', dice resuelto el concejal de izquierdas (PT), Jorge Babu, que tiene, además, una imagen de la Virgen sobre su mesa de trabajo. El concejal está bien pertrechado: ha hecho hasta un altar en el que a la imagen de San Jorge le ha puesto una vela que está siempre encendida, dos jarrones de flores y un vaso de agua, según las costumbres de los ritos africanos, que colocan bebida y comida a sus divinidades. Quien se puede salvar es el concejal Iván Moreira, del partido de la derecha (PFL), que tenía pensado colgar en su despacho nada menos que cuadros con la imagen de Juan Pablo II. A él no le afectaría el nuevo proyecto de ley porque el Papa Wojtyla aún no ha sido canonizado.-