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Crónica:30ª jornada de Liga | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Numancia pospone su adiós a Primera

El cuadro soriano empata con la Real Sociedad, que desperdició dos goles de renta

Decididos a desunir sus erráticas trayectorias, a respirar oxígeno a costa del vecino empantanado, Numancia y Real Sociedad se dieron a todo tipo de excesos en un encuentro de cuadrilátero de boxeo. Cuestión de supervivencia, ambos conjuntos decidieron prescindir de cualquier rigor, esquema o táctica para lanzarse en una discusión que tuvo poco o nada que ver con el fútbol.

Numancia y Real Sociedad jugaron de acuerdo a su idéntica urgencia y ofrecieron un encuentro vertiginoso, descarnado y, sobre todo, exagerado. Hubo dosis generosas de emoción, ocasiones, muchos goles y todo bajo el paraguas de un fútbol primitivo, irreflexivo. Como es habitual en estos casos, el centro del campo quedó declarado como zona de paso y no como sala de máquinas. El balón estuvo siempre en una u otra área, donde llegaba sin cocinar, como un plato frío a adecentar por los delanteros. Curiosa tarea para dos equipos acuciados por su alarmante falta de remate, carencia que resolvieron a base de empuje, en el caso del Numancia, e individualismo en el de los donostiarras.

NUMANCIA 3| 3

Numancia: Nuñez; Iñaki, Soria, Antía, Octavio (Rosu, m. 61); Jose Manuel, Nagore, Pacheta, Caco Morán (Manel, m.51); Iván Pérez (Ojeda, m. 51) y Rubén Navarro. Real Sociedad:Alberto; Fuentes, Julio César, Loren, Aranzábal; Javi Alonso, Idiakez, Tayfun (López Rekarte, m.62; Pikabea, m.86), Koklov, De Pedro; y De Paula. Goles 0-1. M.18. De Pedro, de falta desde 30 metros. 1-1. M.22. Alberto repele un lanzamiento de falta y Rubén Navarro fusila a la red. 1-2. M.59. Koklov, de disparo raso desde fuera del área. 1-3. M. 64. Koklov cierra con un disparo su internada en el área, el rechace lo recoge De Paula, que marca a puerta vacía. 2-3. M.72. Pacheta cabece un centro botado desde la derecha. 3-3. M.78. Rosu bate a Alberto al recoger un balón suelto en el área. Árbitro: Prados García (Col. Andaluz). Amonestó a García Remón, De Pedro, José Manuel, Koklov, Alonso. Expulsó a Toshack por doble amonestación. Lleno en los Pajaritos.

El tono confuso de la cita amenazaba con perpetuarse para desesperación de unos y otros, cada vez más apresurados y desacertados. El balón volaba arriba y abajo, sin pausa, sin dueño, alternando su presencia en cada área. Sin transición alguna, el encuentro homenajeó un tipo de fútbol físico, visceral, ideal para Numancia y Real Sociedad, que están donde están, precisamente, por falta de argumentos estéticos. Sólo De Pedro supo controlarlo, pero a balón parado, claro: transformó una falta lejanísima con la que inauguró el marcador.

La ventaja de la Real, efímera, fue contestada de forma mimética. Otra falta, otro gol, y a empezar de nuevo. Es decir, más prisas, nuevas carreras. Todo un homenaje a la imprecisión.

El descanso sirvió al menos para serenar las idas y venidas del encuentro. La Real encontró un punto de sosiego, no así el Numancia, que acusó más la presión derivada de su comprometida situación en la tabla. Con el juego atascado, Koklov improvisó un lanzamiento que concedió un gol inesperado para su equipo. Sin embargo, el Numancia continuó atento a su frenesí, a su presión por todo el terreno de juego, a su verticalidad grosera pero agobiante. La Real tuvo que encomendarse al contragolpe, un ejercicio que complace a los de Toshack. Así fabricaron el tercer gol, que en apariencia noqueaba al Numancia. Pero la propia Real se encargó de contradecir la evidencia. Su defensa sufrió uno de sus habituales apagones, precisamente cuando mayor solvencia había demostrado. A partir de entonces, el Numancia empezó a ganar todos los balones en el área de la Real. En un visto y no visto fabricaron un empate deudor de la desesperación y de la endeblez de la defensa visitante. Rosu, desaparecido tras su hat-trick al Real Madrid, repareció a tiempo de enganchar a su equipo a Primera.

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