Un nuevo 'G-6' gestionará el BBVA
Con la creación del 'comité estratégico' se pretende simplificar al máximo la gestiónEl renovado equipo de alta dirección del banco supone un equilibrio de poder entre Ybarra y González y el reforzamiento de Uriarte
La reforma del equipo de alta dirección del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) se ha resuelto en lo que se supone un equilibrio de fuerzas entre los dos presidentes (Emilio Ybarra y Francisco González) y el vicepresidente consejero delegado, Pedro Luis Uriarte. La interpretación más extendida es que la posición de Uriarte queda notablemente reforzada. En el nuevo esquema surge un nuevo comité estratégico, que ya se conoce con el nombre de G-6, del que formarán parte, además de los dos presidentes y el vicepresidente consejero delegado, el director general responsable del área de la banca minorista (en España, Bancomer, pensiones, banca privada y e-banking), José Luis Goirigolzarri (BBV); el director general de la banca mayorista, Javier Echenique (BBV), y el director general de recursos, José Antonio Fernández Rivero, que se ocupará de recursos humanos, gestión de directivos, sistemas, organización y operaciones.
Con la creación de este comité estratégico se pretende simplificar al máximo la gestión y situar la dirección del banco en un máximo de seis personas. 'Un equipo de dirección de 17 o 18 personas era ingobernable', explican fuentes del banco. Obsérvese que Goirigolzarri y Echenique son hombres de confianza de Uriarte, y ésa es una de las razones por las cuales se da al vicepresidente consejero delegado como ganador en esta operación. Pero también este nuevo organigrama hay que verlo, o al menos eso es lo que se transmite oficialmente, como el paso definitivo para acabar con esa especie de periodo transitorio posterior a la fusión. El primer paso fue la definición de una marca única, y el segundo, la integración informática. El tercero puede ser la simplificación de la línea de gestión, aunque por debajo del G-6 se mantiene un comité de dirección, compuesto por 21 miembros, que se encargará del día a día.
En el banco se ha recibido con cierta satisfacción la nueva estructura. La razón es que, como se ha dicho, da la impresión general de que Uriarte resulta reforzado. Y, en términos sencillos, todo lo que signifique reforzar al equipo profesional será bienvenido. Pero el lado menos amable de la reestructuración es que se producen nada menos que 27 prejubilaciones entre altos cargos del grupo. La versión oficial es que se impone la prejubilación a los directivos que alcanzan los 55 años de edad; pero lo cierto es que algunos, más de una decena, con esa edad no serán prejubilados. Por ejemplo, Mario Fernández, ex vicelehendakari del Gobierno vasco y una de las piezas más importantes del banco en los últimos movimientos empresariales (conflictos Iberdrola-Endesa, Telefónica), o Antonio López, responsable de la comunicación del grupo.
Entre los prejubilados, algunos son muy relevantes por su papel en la estructura del banco, como los directores generales José Luis Carranza, Luis Bastida, José Ramón Guerediaga o Gonzalo Terreros. Otros, por su brillante carrera política, como Claudio Aranzadi, ex ministro de Industria. Julio Azcargorta, Ángel Bengoa, Pedro Careaga, Ángel Correa, Manuel Domingo, Valerio Durán, Javier Esparza, Manuel Esteve, Arturo Gaudeaume, Julio Gilsanz, Juan Ignacio Jiménez, Luis Iturbe, Antonio Mayor, Pedro Mendizábal, Francisco Querejazo, José María Ruiz, Sebastián Ubiría, Josu Ugarte, Carlos Vergara, Benito Vivo, Dieter Werth y Manuel Zubiría son el resto de los prejubilados. Muy pocos provienen de Argentaria. Pero la explicación que se da en el banco es que Argentaria ya ejecutó antes de la fusión con el BBV un plan de prejubilaciones que rejuveneció la plantilla.
Según las fuentes consultadas, la prejubilación de los cargos mencionados deberá estar completada entre lo que resta de abril y durante el mes de mayo, como mucho, y en casos excepcionales. Las condiciones de las prejubilaciones varían en cada caso. Pero, según los acuerdos recientes, los prejubilados durante el periodo de vigencia de las stock options tienen derecho a percibirlas. Éste sería el caso. Las acciones se compraron a 15 euros y, a partir del primer 10% de revalorización, pueden ejecutarse cuando venza el plazo (dos años más). Obtendrán beneficio y harían caja quienes vendieran a partir de los 16,50 euros.
Además, los prejubilados percibirán entre el 85% y el 90% de su salario, según los casos, y recibirán como indemnización entre dos y tres años de sus bonus o gratificaciones anuales. A cambio, no pueden trabajar para otro banco.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.