La bahía de Cádiz alberga un escuadrón de buques con material militar americano

La importancia de Rota en la estrategia militar de EE UU no sólo se refleja en el proyecto para potenciar la base con 16 aparcamientos

de aviones G-5 Galaxy, sino también en la frecuente presencia de cuatro grandes buques de transporte en aguas de la bahía de Cádiz.

Estos buques, que no se diferencian en su aspecto de un mercante civil, forman el primer escuadrón de la Fuerza de Preposicionamiento de la Armada norteamericana, con 13 barcos en total. Otros dos escuadrones están basados en las islas de Diego García y Guam.

La misión de cada uno de estos escuadrones es transportar los equipos y pertrechos necesarios para una Fuerza Expedicionaria de Marina compuesta por 17.500 soldados. Al tener este material ya desplegado en zonas estratégicas, 'preposicionado' en términos militares, dicha fuerza podría intervenir con mayor rapidez en cualquier lugar del mundo en que EE UU decidiera hacerlo.

Uno de estos buques, el J P. Bobo, sufrió un accidente el 6 de noviembre de 1997 y vertió 300.000 litros de gasóleo frente a la playa del Almirante, en el Puerto de Santa María (Cádiz) , tras haber descargado material en la base de Rota. El juzgado número dos de la localidad gaditana abrió diligencias por un presunto delito ecológico, pero éstas se encuentran paralizadas, no se ha determinado la correspondiente multa o indemnización, ya que el capitán del barco, que se encuentra en Estados Unidos, no ha comparecido a los requerimientos de la Justicia española.

El Gobierno, en respuesta al parlamentario socialista José Fernández Chacón, ha reconocido que el fiscal de delitos medioambientales, Ángel Núñez, solicitó sin éxito en dos ocasiones a la Embajada de Estados Unidos en Madrid que pusiera al capitán del buque a disposión del juzgado.

El vigente convenio de Defensa con Estados Unidos compromete a ambos países a colaborar con sus respectivos tribunales.