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Entrevista:PEDRO AYRES | COMPOSITOR DEL GRUPO MADREDEUS

'Gustamos al pueblo y a los reyes, como los antiguos trovadores'

El grupo Madredeus presentó el pasado fin de semana en Oporto su último álbum, Movimiento, una mirada al pasado, un recorrido por sus peregrinaciones y una apología de la eterna saudade portuguesa. Catorce años después de su estreno en esta ciudad, los emblemáticos Madredeus no desperdiciaron la oportunidad de festejar sus 16 nuevas canciones en la actual capital europea de la cultura, compartida con Rotterdam.

La dulce Teresa Salgueiro cantaba a capella en los bares del Barrio Alto de Lisboa cuando fue descubierta y reclutada por el fundador del grupo, el incontenible Pedro Ayres Magalhaes. Tenía 17 años y no se imaginaba que su estremecedora voz se convertiría en el alma de los embajadores de Portugal en el mundo. Catorce años después, los Madredeus han ofrecido cerca de 1.000 conciertos, 700 a lo largo de 22 países y cerca de 300 en su tierra natal.

Desde Os días de Madredeus, en 1987, hasta su explosión internacional con O espíritu da paz, en 1994, o su deliciso Paraíso, 1997, el grupo portugués no ha parado de recorrer teatros de medio mundo, difundiendo una música espiritual y serena, un bálsamo de emociones y sensibilidad, que constituye, sin duda, un fiel reflejo de las melancólicas esencias portuguesas.

Tras esa cadena de peregrinaciones, el fundador y compositor del grupo, Pedro Ayres, reconoce que el nuevo álbum no podría tener un título más adecuado: 'Refleja una gran parte de nuestra historia, es una mirada al pasado y cuenta nuestros viajes de los últimos años. Es un homenaje directo al grupo y un esfuerzo por explicar qué son y qué quieren los Madredeus'.

El disco, añade, 'es una apología de la saudade que evoca las tradicionales esencias de la cultura y el alma portugueses: el mar, la distancia, la memoria, el amor o la aventura'.

Pedro Ayres explica que los Madredeus 'fueron proyectados para viajar y extender su música por todos los rincones posibles; seguimos con esa vocación y pretendemos difundir 16 nuevas canciones con un lenguaje universal y comprensible en cualquier parte del mundo. Hemos querido organizar una fiesta para todos nuestros amigos, allá donde se encuentren. Ésa es nuestra ambición y nuestro desafío'.

El fundador del grupo reconoce que poco ha cambiado de los Madredeus de hace 14 años: 'En los inicios éramos un grupo aficionado, pletórico de ilusiones. Hemos mejorado la calidad del grupo, pero mantenemos nuestros ideales de origen con la diferencia de que, ahora, hemos alcanzado nuestros sueños. Nuestra música ahora es más universal, más depurada'.

Y aprovechando su reconocimiento internacional, los Madredeus han pretendido compartir su éxito con todos sus admiradores. El concepto del nuevo álbum está perfectamente reflejado en Afinal- A Minha cançao, el emblema de Movimiento. 'No es una historia autobiográfica', dice Pedro Ayres, 'pero sí representa lo que queremos transmitir en este momento. Representa aquella nave musical que son los Madredeus, una nave que partió de Lisboa, viaja y cambia, absorbiendo todo aquello de positivo que encontramos por medio mundo, pero manteniendo nuestras raíces. Representa la fantasía máxima: aquella que habla de nuestra salida para cantar al mar portugués, a cantarlo con tanta vehemencia que los propios teatros nos recompensaron con la sensación de que el mar estaba presente allá donde actuábamos'.

Pedro Ayres no cree que los Madredeus sean sólo los embajadores de Portugal en el mundo: 'Desde el principio nos autoafirmamos como portugueses y difusores de nuestra cultura. No representamos a toda la cultura portuguesa, porque es muy rica y muy variada, pero sí representamos la música del sur de Europa, la de Portugal, España, Italia, Grecia o el propio Israel, la patria de la tierra prometida. Somos embajadores de esta parte del mundo, porque el público nos ha hecho suyos y formamos parte de su patrimonio. Y nosotros nos sentimos en casa. Los Madredeus somos los embajadores de todos aquellos que nos comprenden y nos apoyan, que comparten y sienten las mismas raíces. Y no sólo de esta parte del mundo, sino del Nuevo Mundo, del mundo hispano de América, de Brasil. Allí también nos sentimos en casa'.

Ayres rechaza que los Madredeus sean elitistas: 'La música de Madredeus es culta, pero accesible. La concepción del grupo fue en un principio un poco sofisticada, pero nuestra música y nuestros mensajes son comprensibles en todo el mundo. Hemos tocado en teatros pequeños y en espacios al aire libre para más de 80.000 personas. Creo que Madredeus es un lujo para el público, pero no para un público elitista. El público en general y no sólo las élites saben apreciar la voz de Teresa Salgueiro, dedicada por completo a la música, o la concepción y el mensaje de los Madredeus. Los Madredeus se presentan y agradan al pueblo y a los reyes; somos como los antiguos trovadores'.

Los componentes del grupo Madredeus.
Los componentes del grupo Madredeus.EFE

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