'Lo probable es que vuelva Jordan'
Abe Pollin, dueño de los Wizards, afirma que la estrella se está entrenando para recuperar su nivel
A la NBA le cuesta vivir sin Michael Jordan. Todo el mundo suspira por el retorno del héroe y casi cada semana se levanta un revuelo de rumores: Michael vuelve a entrenar, Michael está casi decidido, Michael rescatará una Liga huérfana de carisma. Ayer fue el propio presidente de los Washington Wizards, Abe Pollin, quien declaró que 'lo más probable' era que Jordan, de 38 años, vistiera la camiseta del equipo la temporada próxima. Y la jordanmanía ascendió a nuevos límites.
Jordan es director deportivo y accionista de los Magos de Washington, pero sigue viviendo en Chicago y procura no asistir a los encuentros de su equipo. Prefiere verlos por televisión y arrojar latas de refresco a la pantalla cada vez que fallan un tiro o un rebote, lo cual ocurre continuamente; los Magos son un grupo lamentable, de lo peor de la NBA. En Washington critican la distancia del ídolo, olvidando lo que ocurrió al principio, en enero del año pasado, cuando Jordan se hizo cargo del empleo y se sentaba en el palco: en cuanto el público le veía, empezaba a corear '¡Michael, baja y juega!'. Ése era un grito poco estimulante para los jugadores de verdad, los que estaban en la cancha.
Abe Pollin admite que Michael Jordan nunca le ha hablado de volver; al contrario, desmiente continuamente los rumores. 'Lo que digo es una impresión personal', explicó ayer Pollin a The Washington Post. 'Él es quien decide. Al principio, no creí en los rumores sobre su vuelta a las canchas. Pero cuando Mario Lemieux volvió a los Penguins, algo cambió en el interior de Michael'. Lemieux era, como Jordan, una estrella retirada, en su caso del hockey sobre hielo; como Jordan, era copropietario de un equipo, los Pingüinos de Pittsburgh; y esta temporada ha bajado del palco a la pista y ha empuñado de nuevo el palo, con gran éxito.
'Michael se está entrenando y quiere descubrir si es capaz de recuperar su mejor nivel. Lo único que me ha comentado', declaró Pollin, 'es que cuando tenga algo que decir sobre el asunto, me lo dirá'. 'Por supuesto, le recibiríamos con los brazos abiertos', añadió.
Los Magos, que han ganado 18 partidos y han perdido 59, necesitan desesperadamente mejorar su juego y sus ingresos de taquilla Para pasar de directivo a jugador, Michael Jordan tendría que desprenderse de sus acciones en la franquicia de Washington. 'Eso se arreglaría en un momento', dijo Pollin.
Otro que alienta los rumores es Charles Barkley, ex jugador de Filadelfia 76ers -que acaba de retirar su camiseta- y Houston Rockets, entre otros equipos, y amigo personal de Su Majestad el Aire.
El Gordo Barkley, que ahora trabaja como comentarista de una cadena de televisión, hace más honor que nunca a su apodo: su peso ronda los 180 kilos. Pero eso no le impide anunciar que el año próximo volverá a hacer pareja con Jordan en la alineación de los Magos.
Jordan se limita a comentar que Barkley dice esas cosas para animarse a reducir peso, y añade que él también necesita perder seis kilos (ha subido hasta los 120) y que por eso, no por otro motivo, ha vuelto a entrenarse.
'Las posibilidades de que no vuelva a jugar son del 99,9%', declaró Jordan el mes pasado a raíz de que un prestigioso columnista de la revista Sports Illustrated anunciara su próximo regreso en compañía, precisamente de Charles Barkley.
Jordan, el mejor de todos los tiempos, ex jugador de Chicago Bulls se retiró en 1993, con tres anillos de campeón de la NBA. Probó fortuna como jugador de béisbol y en 1995 regresó a los Bulls para ganar otras tres Ligas. El 13 de febrero de 1999 anunció su retirada definitiva, pero, tras la experiencia de 1993, prometió que nunca más diría 'nunca jamás'. Y esa brecha, esa posibilidad del 0,1% que deja abierta, mantiene vivas las esperanzas. Como también el hecho de que Phil Jackson, su técnico de toda la vida en los Bulls, ahora entrenador de los Lakers, dijera hace unos días que él sigue confiando en la vuelta de la megaestrella.
6.800 millones anuales
A favor del retorno del campeón está su espíritu competitivo. En contra, casi todo lo demás. Su esposa, Juanita, no quiere que se reintegre a la disciplina y los continuos viajes de la competición. Él tendría que renunciar a sus viajes casi semanales a las Bahamas, donde apenas desembarca de su avión privado, enciende un cigarro habano y se sienta en una mesa de juego (puede ganar o perder medio millón de dólares sin pestañear). No tiene problemas económicos: ingresa más de 40 millones de dólares (6.800 millones de pesetas) al año sólo en contratos publicitarios.
'Dirigir un equipo de baloncesto con la motivación oculta de volver a jugar iría contra todas las reglas y contra toda ética', insiste Michael Jordan. Pero sus explicaciones son inútiles. El público quiere que vuelva... Y también la NBA.
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