Regañina literaria

El pasado martes Craig Sager, reportero de la TBS, se acercó a entrevistar a Phil Jackson antes del partido que los Lakers disputaban ante Utah Jazz. Sager quería saber qué impacto iba tener sobre el equipo el nuevo libro del técnico, More than a game (Más que un partido). 'Será fantástico para mis jugadores, espero que lo lean, voy a regalarles uno a cada uno. Es parte de la historia de estos dos chicos, Shaq y Kobe, y describe qué es lo que hay que hacer para ganar un campeonato', respondió Jackson.

Pero a Kobe Bryant el libro no le ha sentado demasiado bien. La obra es un tributo a Tex Winters, asistente de Jackson e inventor del triángulo ofensivo. En uno de los capítulos dedicados a éste, el autor señala que lo único que puede hacer fracasar este sistema es el ego de los jugadores. No hay un buen triángulo ofensivo sin el sacrificio individual, esa es la única manera de conseguir éxitos. A partir de esta afirmación el entrenador de los Lakers reconoce en un pasaje de su obra que Kobe crea frustración al resto del equipo. Bryant ya ha reaccionado a estas palabras: 'Si no pueden darse cuenta de lo que intento hacer, entonces es que hay algo que no funciona'. Las relaciones entre jugador y técnico comenzaron a deteriorarse la temporada pasada y el alero ya ha asegurado que tras conocer el contenido del libro 'van a sufrir un retroceso'.

¿Es positivo airear las intimidades del vestuario como hace Jackson? El primero en dar su opinión Danny Ainge, antiguo jugador y técnico y ahora comentarista televisivo. 'La relación entre un jugador y un entrenador es sagrada, no hay que publicitarla. Phil quiere forzar públicamente a Kobe a entrar en el sistema del Lakers pero creo que le va a salir el tiro por la culata'. Para John Thompson, ex técnico de la Universidad de Georgetown, hay siempre un riesgo a la hora de airear tus trapos sucios, 'se acercan tiempos de guerra (playoff) y no es bueno tener una casa dividida', ha sentenciado Thompson.

A Shaquille O'Neal, con el que al parecer Bryant tampoco mantiene buena relación, el libro no parece haberle afectado aunque ha dejado las cosas claras: 'Tenemos que jugar como equipo bajo el sistema de Phil, si uno o dos jugadores no lo hacen tendremos problemas. Cuando vea algo que no me gusta, lo diré'.

Que las cosas no van bien en los Lakers no es novedad. Desde comienzo de temporada Bryant y O'Neal han recelado uno del otro en su lucha por convertirse en la primera opción ofensiva. Jackson lleva tras de sí fama de buen psicólogo: ha sabido mantener bajo la disciplina de un equipo al mejor jugador de la historia y ha domado a una hombre como Rodman. Pero en esta ocasión el problema parece de difícil solución, han chocado dos trenes y la colisión parece difícil de reparar. Por primera vez el técnico ha dado muestras de debilidad: 'He dudado de mi capacidad para entrenar a estos chicos de la manera que yo quiero. Planeo un partido de una manera y luego las cosas no se hacen del modo previsto. Sin duda esta es mi temporada más difícil en la NBA'.

Traspasar a Bryant parece ser que la solución por la que han optado los directivos de los Lakers para poner fin a la borrasca que azota al equipo. Varios medios de comunicación estadounidenses afirman que, según fuentes cercanas al equipo, si no se consigue un nuevo título, Bryant será traspasado cuando finalice la temporada. En el conjunto californiano ya se estarían barajando posibles traspasos.