La Comunidad sigue buscando un hogar a 24 chicos magrebíes
La Comunidad no ha conseguido por ahora encontrar a ninguna familia magrebí dispuesta a acoger en su hogar a alguno de los menores marroquíes que emigran solos a Madrid. El Gobierno regional inició en septiembre de 2000 este programa dirigido a conseguir 25 familias acogedoras para chicos de 15 a 18 años, ahora bajo su tutela, que presentan dificultades para adaptarse a las residencias y pisos de muchachos desamparados. El Ejecutivo se comprometía a pagar 50.000 pesetas al mes para la manutención y gastos del joven.
Esperanza García, directora del Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF), explica que a pesar del escaso éxito que ha tenido por ahora este programa se va a seguir intentando encontrar familias acogedoras. 'Creemos que puede ser una buena alternativa para estos chicos que a menudo chocan con el modelo educativo español y por eso no vamos a desistir', añade. 'Algunos de estos muchachos tienen dificultades para adaptarse a la vida de las residencias y pisos tutelados por la diferencia de costumbres, idiomas y normas y por sus propias actitudes y expectativas, fruto de historias personales muy desfavorables. Estas dificultades hacen sufrir a los chicos y crean tensiones que a veces derivan en problemas de conducta', apostilla. 'No estamos buscando a padres excepcionales, sólo pedimos que sean capaces de cuidar de un adolescente', matiza. Son preferibles las parejas con hijos.
El objetivo es que el chaval tenga un hogar de referencia, con adultos en los que apoyarse, mientras se forma o intenta encontrar trabajo. El Instituto pagará a las familias unas 50.000 pesetas al mes para la manutención del chico y a él le dará de 10.000 a 15.000 para sus gastos.
Reagrupación
El IMMF recalca que uno de sus objetivos centrales es lograr la reagrupación familiar de estos menores. Pero dicha reagrupación no siempre es posible porque para realizarla hay que localizar a los padres del menor y los mismos adolescentes, que en general no quieren volver a Marruecos, intentan evitarla, por ejemplo, dando identidades falsas. El proyecto está incluido dentro del Plan Regional de Inmigración. Según García, de la búsqueda de las familias se encarga el mismo equipo que lleva un proyecto de acogimientos breves de chavales con conflictos familiares pasajeros, conocido como Programa Kanguros. A las familias se les exije tener permiso de residencia, una vivienda digna y medios de vida suficientes, carecer de antecedentes penales y estar avaladas por alguna asociación de inmigrantes. Son acogimientos con una duracción máxima de tres años.
Madrid no ha sido la única comunidad que ha ensayado un proyecto de este tipo. En julio de 2000, el departamento de Justicia de la Generalitat catalana firmó un convenio, con un objetivo similar, con las fundaciones de La Caixa y de Carmen y María José Godó, la asociación cultural Ibn Batuta y Cruz Roja. Aún no se ha formalizado ningún acogimiento.
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