Mayor Oreja promete el regreso a las aulas de los profesores 'exiliados'

La enseñanza vasca sacrifica cada año a sus generaciones de escolares, en lo que constituye una 'sangría humana', afirmó el candidato popular. Mayor consideró como una prioridad la 'regeneración' de una escuela y una cultura que, a su entender, llevan veinte años sirviendo al adoctrinamiento ideológico, al odio y la manipulación desde el nacionalismo, al que acusó de practicar el 'autismo cultural'. De idénticos males se comprometió a liberar el euskera, a su juicio utilizado y falseado xenófobamente y usado como herramienta estratégica para la 'construcción nacional'.

Arropado por la ministra de Educación, Pilar del Castillo, el candidato ofreció al centenar de profesores asistentes al seminario Educación y Libertad tanto el negativo de la que a su juicio es la situación actual como el positivo de sus promesas si gana las elecciones. Ante ellos se comprometió a eliminar el miedo de los centros de enseñanza, a lograr la vuelta de los profesores 'exiliados' y a crear las condiciones para que ejerzan su trabajo 'sin miedo, sin imposiciones lingüísticas, inquietud en los centros ni ambientes enrarecidos'.

A juicio de Mayor, la política educativa nacionalista, 'falsea' la enseñanza de la Historia, la Geografía, la Filosofía y hasta la Biología. 'Cuando se comienza violentando la enseñanza se termina ejerciendo la violencia contra las personas', afirmó. El candidato del PP vasco llamó a elegir entre educar jóvenes para la construcción nacional o para la libertad y la tolerancia, como defiende el PP. Mayor Oreja afirmó que su partido logrará que el sistema educativo 'deje de alimentar el odio, el victimismo, el miedo y la exclusión'.

Campaña 'asfixiante'

Por su parte, el líder de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, denunció en Bilbao la a su juicio 'campaña asfixiante' vasca basada en discursos 'afilados como cuchillos' que a lo único que conducen es a una 'campaña de enfrentamiento civil'. Dedicó buena parte de sus criticas al PP, en algunos casos sin nombrarlo, como cuando denunció la 'falacia' de que determinada formación va a 'acabar con la violencia' en Euskadi por el mero hecho de lograr llegar al Gobierno. Llamazares censuró también a socialistas y populares por intentar 'patrimonializar' palabras como 'paz', 'libertad' o 'vasquismo' en sus discursos. El coordinador federal de IU cree que tras esos discursos se esconde la 'incapacidad de aportar soluciones' o un 'programa oculto que no sería apoyado por los vascos' si se explicitara antes del 13-M. Madrazo, por su parte, añadió que IU 'no va a ser comodín de nadie' y ofreció sus concejales al PSE-EE en los consistorios donde se han quedado sin representación 'para defender políticas sociales, de izquierda y en favor de la paz'.

En ese sentido, el candidato socialista a lehendakari, Nicolás Redondo, rechazó una oferta similar realizada por el PP y dijo, en un acto político en Gallarta (Vizcaya), que si hay más fugas de ediles 'habrá gente nuestra, del pueblo, que le sustituya, sin paracaidistas'. Redondo situó la primera responsabilidad en el Gobierno vasco y pidió a Ibarretxe 'menos lágrimas' y más eficacia policial que evite el miedo entre los no nacionalistas.