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El Ivima culpa a los 'okupas' de retrasar el arreglo de unas viviendas

El gerente del Instituto de la Vivienda de Madrid, Juan José Franch, reconoció ayer en la Comisión de Urbanismo y Obras Públicas de la Asamblea que es incapaz de desalojar a los okupas de las viviendas de la calle de Amposta, en el distrito de San Blas. Ésa es, según explicó, la razón de que no se haya podido terminar el proceso de rehabilitación iniciado hace cinco años en este edificio.

El gerente dijo, a preguntas del portavoz socialista, Antonio Fernández Gordillo, que había mantenido contactos con el juez decano de Madrid con el fin de unificar las actuaciones contra las ocupaciones. Franch señaló que en el caso de la calle de Amposta, ocho familias asaltaron los bajos del edificio e impidieron las obras. Y argumentó que sólo puede recurrir a la justicia para echar a alguien... y la justicia es lenta.

Fernández Gordillo le recordó que los bomberos, que tuvieron que acudir a las viviendas a finales del pasado marzo, aconsejaron que se actuara 'urgentemente' por el deterioro 'tan importante' que sufre el inmueble. El gerente del Ivima aseguró que desconoce que haya informe alguno de los bomberos y afirmó también que no tenía noticias de lo publicado en EL PAÍS sobre la mala situación de las viviendas.

Las viviendas de la calle Amposta llevan cinco años esperando su reparación. Sólo uno de los tres bloques ha sido rehabilitado. En los otros dos hay numerosas grietas de hasta tres centímetros de ancho, los azulejos se caen, los vecinos -56 familias- han de poner cartones para aislar las humedades y los ladrillos se pulverizan con sólo tocarlos.

Inundación de los sótanos

Los bomberos fueron llamados a finales del mes de marzo por una inundación en los sótanos de los edificios. Fue entonces cuando aconsejaron al Ivima que procediese a la reparación urgente del inmueble.

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Las obras de reparación se han retrasado, casi siempre por problemas relacionados con el desalojo de quienes han ido ocupando las viviendas según se iban quedando vacías. El gerente reconocía ayer que éste era uno de los principales problemas para poder actuar con la rapidez que aconseja la situación de los inmuebles. En su opinión, sólo queda esperar que se destrocen completamente para que nadie pueda volver a ocuparlos.

Tan negro fue el dibujo que esbozó Franch, que el portavoz socialista hubo de decirle que le parecía 'espeluznante' la descripción del responsable del Ivima. Fernández Gordillo pidió al gerente que 'no se amparase en la Administración de justicia para justificar su propia ineficacia'.

El diputado socialista le recordó a Franch que en los presupuestos del año 2001 se aprobó una partida de 1.600 millones de pesetas para atender la reparación de estos y otros edificios: 'Pero no se ha hecho nada. Este edificio es un monumento a la desidia y al desinterés de la Comunidad para cuidar su propio patrimonio'.

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