Estafa millonaria al fisco paraguayo en el escándalo de los coches robados
El caso salpica al embajador de Bolivia
La ola de escándalo ha llegado hasta los círculos diplomáticos salpicando al embajador de Bolivia en Paraguay, Emilio Antelo, cuya esposa tenía en su poder un automóvil Mercedes Benz ML 320, color blanco, que fue robado en el Brasil y que estaba asegurado en la empresa Porto Seguro de Brasil, para la que trabaja el abogado Julio César Martinessi, quien también intenta recuperar el BMW del presidente del país, Luis Ángel González Macchi. Según Martinessi, Carmen Sotelo de Antelo tuvo en su poder el vehículo por espacio de unos siete meses desde octubre del año pasado y lo utilizó con chapas oficiales que había dejado en la sede diplomática el embajador anterior.
En una entrevista radiofónica con Humberto Rubín, de Radio Ñandutí de Paraguay, el embajador admitió el pasado miércoles haber tenido el Mercedes "a prueba" por espacio de dos meses. Dijo que se lo habían ofrecido por 35.000 dólares (un vehículo similar legal costaría unos 80.000) y que tras la denuncia de Martinessi resolvió devolver el vehículo al vendedor. En conversación con EL PAÍS, el abogado de la aseguradora brasileña denunció que tanto el nombre del vendedor como el celular proporcionado por el embajador Emilio Antelo son falsos y que el embajador pagó efectivamente por el auto. Agregó que fue contactado por un representante legal de la esposa del diplomático, quien le ofreció devolver el Mercedes Benz en Santa Cruz, Bolivia. La razón aludida por el representante legal del embajador habría sido las conexiones del diplomático en Bolivia, donde es general en activo. Martinessi habría rechazado la oferta porque rescatarlo en Bolivia hubiese significado trasladarlo hasta Brasil ilegalmente.
El caza-autos paraguayo afirmó tener datos de una red que se dedica al tráfico de automóviles desde Paraguay a Bolivia, sin ninguna dificultad. El gobernador del departamento de Boquerón, Orlando Penner, denunció ayer la existencia de una poderosa red de tráfico de automóviles en el Chaco paraguayo. El Mercedes Benz había sido robado en São Paulo el 29 de octubre de 1999.
En la embajada de Bolivia se negaron a hacer declaraciones a El PAÍS, ya que, según señalaron, "se trata de una situación personal del embajador", aunque accedieron a proporcionar los teléfonos del abogado del diplomático. Éste remitió a un segundo profesional, quien negó haber tenido contactos con Martinessi. El caza-autos paraguayo ha solicitado formalmente el despojamiento de la inmunidad diplomática de la esposa del embajador. Dijo que la empresa aseguradora enviaría al Paraguay un experto en derecho internacional y que estaban dispuestos a llegar hasta el final. En Bolivia, el canciller Javier Murillo dijo que el embajador sería destituido del cargo si se comprobaba que había adquirido de forma irregular un automóvil de lujo robado. El caso está a cargo de la fiscal Matilde Moreno.
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