Campesinos cafeteros de Colombia preparan movilizaciones por la caída de los precios

Campesinos cafeteros de toda Colombia marcharán por las calles de la capital, Bogotá, el próximo 24 de abril. Reclaman la atención del Gobierno nacional para buscar una salida a la crisis cafetera que amenaza ya con convertirse en catástrofe. "Los cafeteros ya no dan más", aseguró a EL PAÍS Jorge Robledo, coordinador de la Unidad Cafetera Nacional, la organización agraria más grande del país, promotora de la protesta. La situación en la zona cafetera, considerada una de las más desarrolladas del país, es hoy de "extrema pobreza", agrega Robledo.

El precio internacional del grano ha caído por debajo de 75 centavos de dólar por libra -incluida la prima de calidad de 11 centavos- y el precio interno bajó en enero a 150 dólares por carga, un nivel que no se veía desde l997.

Con esos precios "no existe margen de maniobra para que cultivadores y exportadores cubran los costos y gastos que demanda la industria", viene repitiendo en foros nacionales e internacionales Jorge Cárdenas, presidente de la Federación Nacional de Cafeteros.

El precio internacional que permitiría un equilibrio sería de 1,10 dólares por libra. En los últimos cinco años, Colombia tenía una facturación de 1.300 millones de dólares por año por sus exportaciones y este año va a facturar 900 millones. Hoy los productores están recibiendo un 20% menos de lo recibido el año pasado.

La crisis del grano -principal industria generadora del empleo en el país- empezó la década pasada. Sólo por la revaluación del peso, los caficultores perdieron 5.279 millones de dólares en esos diez años.

El incremento desproporcionado de las tasas de interés, al final de la década, agudizó el problema. Sólo en l995 se tuvo que condonar la deuda a 100.000 cafeteros. A partir del segundo semestre del año pasado, la baja de los precios internacionales, que golpea a la mayoría de los países productores, ahondaron el desastre.

Para Jorge Robledo, el problema de fondo fue la ruptura del pacto internacional del café agravada por el estímulo que ha dado Estados Unidos a la producción de café en varios países de Asia. Vietnam, en los últimos 5 años, duplicó su producción; una producción moderna, tecnificada y con mano de obra muy barata.

"En la marcha, exigiremos al Gobierno que le haga un fuerte reclamo a Estados Unidos por esta política que tiene el propósito de estimular la superproducción", dice Robledo. Colombia es el segundo exportador de café del mundo después de Brasil y se mantiene competitivo por su calidad. Aporta 11 millones de sacos anuales a un mercado de 113 millones. Unos 600 municipios de los 1.090 del país tiene como producto principal el grano.

Hay casi 600.000 familias propietarias de cultivos -el 95% de ellos, de menos de 5 hectáreas- y unas 170.000 familias son consideradas jornaleros especializados. Muchos de estos jornaleros trabajan hoy sólo a cambio de la comida del día.

A comienzos de este año, 15 comités regionales cafeteros enviaron un mensaje al Congreso y le pidieron medidas urgentes. Piden recursos para el Fondo Nacional del café, entidad bandera del gremio, para que éste sostenga un buen precio interno. "Si el Gobierno ha tenido dinero para salvar al sector financiero, ¿por qué no tiene para los cafeteros?", se pregunta Robledo.

"El café dio estabilidad política, económica y social al país y a nadie le importa lo que esta pasando", agrega parodiando a un conocido historiador. Y presiente que pueden venir cosas aun peores: Colombia es el único país del mundo donde las transnacionales no controlan el l00% del negocio.

La situación podría girar a favor de ellas. Jorge Cárdenas ve una esperanza en la llamada diplomacia cafetera impulsada por el presidente, Andrés Pastrana. Al igual que lidera ante el mundo el tema de la paz y la lucha antinarcóticos, lo hace con el problema cafetero.

Cárdenas cree que estas iniciativas se verán reflejadas y posiblemente ampliadas en la Cumbre Mundial Cafetera de mayo próximo en Londres.