_
_
_
_

Pujol subraya la continua colaboración de CiU con los Gobiernos de la nación

El presidente catalán lamenta el escaso reconocimiento político a su coalición

Pujol relató sus experiencias de gobierno y de su equipo de Convergència i Unió a través de una docena de acontecimientos de la reciente historia de España. Empezó con las primeras conversaciones con Adolfo Suárez, en el verano de 1976, en los inicios de la transición. En todas sus explicaciones, el presidente catalán tuvo un hilo argumental único: la responsabilidad de Estado que ha impregnado en todo momento la actuación de los nacionalistas catalanes, aun a costa de las críticas y 'falsas' acusaciones de todos los partidos políticos, según dijo. Fue una conferencia de justificación, plagada de anécdotas con los distintos presidentes del Gobierno de la nación pero sobre todo de defensa del nacionalismo catalán en sus aportaciones en beneficio de la estabilidad política en España.

Pujol dijo sentirse orgulloso del apoyo que ha prestado a todos los Gobiernos centrales: 'Hemos tenido [CiU] una obsesión en la gobernabilidad y estabilidad de España'. E incluso añadió que en momentos difíciles, como lo es el actual, con la mayoría absoluta del Partido Popular, el nacionalismo catalán procurará 'servir a España'.

Para el presidente de la Generalitat, esta complicada coyuntura se da no sólo por la mayoría absoluta del PP, sino también por una idea dominante en España y en la sociedad, 'que no encaja con la nuestra; es decir, de un centro dominante y una periferia subsidiaria en la que se nos dice que nuestro papel a jugar es subsidiario', declaró Pujol. No obstante, a pesar de reconocer que la actual situación política en España no es la más idónea para CiU, precisó que 'no es el peor momento. No nos amedrentamos [por la mayoría del PP], pero sí nos preocupa', precisó.

Ya en la mañana siguiente al día del intento de golpe de Estado de 1981, Pujol dijo que había descubierto que los nacionalistas catalanes tendrían todas las de perder a partir de entonces. Así que después de decidir aquel 24 de febrero dar su voto favorable, relató ayer, a la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo para presidente del Gobierno, Miquel Roca, entonces presidente del grupo parlamentario de CiU en el Congreso, no participó en la audiencia en la que el rey Juan Carlos se reunió con todos los líderes parlamentarios una vez fracasado el golpe de Estado.

A pesar de las crisis que atravesó el Gobierno del PSOE, y después de haber tenido que apoyar en 1996 un Gobierno ideológicamente contrario como es el del Partido Popular, Pujol defendió en la Real Academia de la Historia la colaboración que prestó a ambos Gabinetes porque facilitó, dijo, la entrada desde el primer momento en la Unión Económica y Monetaria.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_