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Renfe perjudicó a Alstom al descartar su modelo más barato para el AVE

La oposición cree que la adjudicación respondió a criterios políticos

Ramón Muñoz

La Mesa de Contratación encargada de evaluar las ofertas (integrada por seis representantes de Renfe y dos de Fomento) decidió unilateralmente descartar el modelo de dos pisos presentado por Alstom que, dado el gran número de viajeros capaz de transportar (458 frente a los 318 de Talgo o los 404 de Siemens), resultaba la oferta más económica de las tres que presentaba el consorcio franco-británico.

La exclusión de este modelo, que ya circula entre París y Lyon, fue determinante para las posibilidades de Alstom puesto que, a la postre, han sido los criterios económicos los que han desnivelado la balanza en favor de Siemens y Talgo, al producirse prácticamente un empate en la oferta técnica donde los tres consorcios lograron entre 61 y 63 puntos, encabezado por la empresa alemana.

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Empate técnico

Tras ese empate técnico, resultó decisiva la oferta económica, en la que ganó con diferencia el modelo de Siemens, que obtuvo el máximo de 100 puntos, seguido de Talgo (91 puntos) y del único modelo que quedaba de Alstom (82 puntos), ya que la empresa franco-británica declinó presentar también oferta por su prototipo de tracción distribuida.

Según la explicación ofrecida por Blanco ayer en el Congreso, la exclusión del modelo de dos pisos de Alstom se debió a que el tren no cumplía con los requisitos de movilidad para personas de edad avanzada y con discapacidades, un aspecto que ya se tenía en cuenta a la hora de puntuar la oferta técnica y en el que Alstom sacó una puntuación similar a la de sus contrincantes.

En efecto, según la documentación aportada por Blanco, el modelo que fue descalificado tuvo 11 puntos en los factores funcionales (que valoraban precisamente la acomodación de personas de movilidad reducida), la misma puntuación que obtuvo el modelo de Siemens que luego resultó ganador y sólo un punto menos que el modelo de Talgo.

Éste fue precisamente uno de los ejes de la crítica planteada por los portavoces de PSOE, José Segura, CiU, Salvador Sedó, PNV, Juan José Otxoa e IC, Joan Saura, que manifestaron su sorpresa porque Alstom, la empresa que opera el AVE Madrid-Sevilla y la que más experiencia comercial tiene a escala mundial en trenes de alta velocidad, haya merecido la misma puntuación técnica que modelos como el de Talgo, que son sólo un prototipo.

A excepción de Coalición Canaria, todos los representantes de la oposición coincidieron en afirmar que la decisión de excluir a Alstom adoptada por Renfe y por el Ministerio de Fomento sólo se explica si se tienen en cuenta razones de carácter político, y no criterios fundamentales para la alta velocidad como la seguridad o la experiencia.

Otro de los aspectos que más polémica suscitó ayer en el debate parlamentario fue la discreccionalidad con la que Renfe decidió, al final del proceso, dividir entre dos consorcios el número de trenes a adjudicar, en lugar de repartirlo entre los tres concursantes o adjudicárselo en solitario al que obtuvo mejor puntuación, en este caso, Siemens.

Los portavoces señalaron también que la decisión de Renfe tampoco tenía justificación desde el punto de vista del empleo ni de la industria nacional, puesto que el consorcio Alstom-CAF es con diferencia el que más presencia industrial de los tres tiene en España y el que más plantilla ocupa.

Blanco negó tajantemente que hubieran existido razones políticas para la adjudicación como la compensación a Alemania por la venta de Santa Bárbara a General Dynamics, en el caso de Siemens, o la defensa de la industria nacional, en el caso de Talgo.

El secretario de Estado defendió especialmente la idoneidad del tren de Talgo, reconociendo que asistió personalmente el pasado mes de diciembre a unas pruebas del prototipo presentado por la empresa vasca, aunque no participara en las pruebas de los otros dos consorcios, comportamiento calificado por Joan Saura de 'escandaloso'.

Alstom no considera satisfactorias las explicaciones dadas ayer, a petición propia, por Benigno Blanco y pedirá al Ministerio de Fomento y a Renfe (cuyos máximos responsables todavía no han comparecido públicamente) que aclare los motivos reales por los que no fue considerada su oferta.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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