_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El deporte no es peligroso

Es poco probable que Diego García haya muerto de un infarto de miocardio ya que no se le conocían factores de riesgo: era joven (39 años); se supone que no fumaba ya que era deportista, y, dado que como profesional estaba controlado, no debería ser hipertenso.

También debemos descartar que padeciera alguna lesión cardiaca previa, como una estenosis aórtica o un prolapso mitral u otras enfermades valvulares, que haya pasado inadvertida en los numerosos controles a que se someten en España los deportistas de elite. También se habría visto si sufriera una miocardiopatía hipertrófica.

Lo más probable es que García sufriera una arritmia ventricular rápida o taquicardia ventricular sostenida que terminara en paro cardiaco. Es decir, se trata, probablemente, de una muerte súbita por arritmia desencadenada por la existencia previa de unas vías anómalas, silentes desde el nacimiento hasta que desarrollan la arritmia mortal.

Otra posibilidad es que la muerte súbita no se haya debido a un problema del corazón (de hecho, hay un porcentaje estimable de muertes súbitas no cardiacas) sino a un aneurisma cerebral congénito que estallara debido a un aumento de la presión arterial producido por el ejercicio físico.

No porque un deportista profesional haya muerto corriendo podemos afirmar que el deporte es peligroso; más bien debemos decir que toda aquella persona que se decida a practicar un deporte debe conocer antes cómo está su corazón.

Enrique Asín Cardiel es el director del Instituto de Enfermedades del Corazón del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_