Una gran trama de asesores

A la espera del nombramiento de un director deportivo, que está pendiente de la aprobación del plan estratégico, la lista de asesores del Barça va engordando. La última incorporación es la de Josep Maria Minguella, en calidad de asesor externo, sin remunerar. Minguella, que ya ha anunciado que renunciará a su cargo de agente FIFA, es representante de Rivaldo, que a su vez comparte los derechos sobre Marcelo, jugador que ha sido dado de alta en el primer equipo y cuyo protagonismo va por delante de los jugadores del filial.

Las noticias que llegan precisamente del filial son descorazonadoras, pese al silencio que mantienen los responsables del fútbol base, Rifé y Migueli. Alexanco, incorporado como asesor de Rexach, ha acudido en ayuda del entrenador del Barça B, Gonzalvo, que ha estado a punto de renunciar después de que el equipo se cayera de la cabeza.

Rexach ejerce de asesor del presidente e intercambia información con Serra Ferrer, quien desempeña las funciones de entrenador y de director técnico y todavía no se sabe qué papel desempeñará el próximo año, una situación que afecta a sus ayudantes, Alomà y Bakero. Alexanco y Rexach viajan a menudo para contrastar los apuntes que se centralizan en el club sobre diferentes jugadores. La red de observadores es muy extensa, mucho más que la de asesores, que no dejan de ser varios y alguno con un sueldo de unos 10 millones anuales.

Schuster, por ejemplo, se ocupa del mercado europeo y sobre todo de la Bundesliga. No fue una casualidad que el Bayern Múnich acusara al ex futbolista azulgrana, blanco y rojiblanco de estar de por medio en el interés del Barça por Kuffour. También Menotti informa sobre la situación de las promesas argentinas, aunque no tiene la exclusividad. El ex jugador azulgrana Milonguita Heredia, por ejemplo, se presentó en Barcelona recomendando a tres juveniles que son sometidos a una prueba.

Externos o internos, los asesores desfilan por la entidad con jugadores de todo tipo, si bien interesan, por encima de otros, un portero, un central, un lateral y un atacante por banda, sin descartar a un ariete pegador. La institución controla hasta 22 futbolistas sin contar a Saviola, con el que se viene negociando la temporada de su incorporación al equipo.

El organigrama técnico es tan complicado como el directivo, integrado por 85 personas, aunque varios miembros de la comisión delegada -máximo órgano de decisión del club- acusan a Gaspart de presidencialista. La propia denominación de asesor impide delimitar funciones, por lo que no se exigen responsabilidades.

A falta de ideario futbolístico y de director deportivo, el Barça es hoy una gran trama de asesores.