Javier Alkain muestra su obra figurativa reciente con el paisaje como centro
El artista donostiarra expone 16 óleos, tintes y aguadas en Bilbao
La exposición bilbaína consta de 16 piezas creadas entre 2000 y 2001 que oscilan entre el alborozo del policromado y la sobriedad del blanco y negro. Ambos extremos tienen cabida en una muestra poblada por óleos, tintas y aguadas en la que predominan composiciones laberínticas surcadas por incontables trazos que dan lugar a diminutas porciones y entrelazamientos que obligan a forzar la vista. Unos trabajos aparentemente simples cuyo proceso de elaboración, sin embargo, huye de automatismos.
'Cualquiera que vea los cuadros puede pensar que es un gesto un poco automático, pero es todo lo contrario. Tengo que estar superatento para no fastidiarlo. Tiene que ser una cosa exacta, sutil', precisa el pintor guipuzcoano refiriéndose a un conjunto de ondulaciones, trazas lineales y disposiciones a modo de malla que le sitúan más cerca del arte de sugerir que del arte de reproducir.
'Con un bagaje mínimo, de haber visto muy poco, se puede entender muy fácil. Es una figuración muy abierta, no es la típica exposición en la que te hace falta el manual de instrucciones para entenderla. Aunque las obras sí que hay que verlas con un poco de detenimiento. Puede ser muchas cosas para el espectador; lo interesante es que pueda vagar por él y encontrárselas', indica Alkain. El precio de los cuadros de la muestra oscila entre las 174.000 y las 812.000 pesetas.
Así se cotizan algunas de las últimas creaciones de un artista que se inició en la pintura hace 20 años y que realizó sus primeras exposiciones, individual y colectiva, en 1990. Desde entonces ha logrado galardones como el 27º Premio Bancaja y la Beca Endesa 1999, y ha adquirido una particular visión de su disciplina: 'Lo importante es tener fe en lo que haces y profundizar en ello. Da igual que pongas un plato con tres peras o una instalación aunque, lamentablemente, creo que para el público no es así. Para empezar hay que ser directamente moderno, porque si no, se te desprecia, pero el mundo no es sólo lo que promocionan las revistas americanas e Internet, es mucho más', agrega.
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