La policía cree que hubo un móvil pasional en la muerte de un conserje en Castellón
La policía interrogó ayer a un matrimonio de rumanos sobre el asesinato de un conserje que fue hallado muerto en su domicilio de Castellón el lunes. Los dos quedaron en libertad después de prestar declaración, en la que admitieron que conocían al fallecido y aseguraron que a la hora en que la autopsia ha determinado la muerte, el sábado por la tarde, estaban de compras por la ciudad. El matrimonio justificó su relación con José Trilles, de 60 años, que fue degollado tras recibir 27 puñaladas, porque éste conocía a muchos inmigrantes y les buscaba trabajo. Una de las hipótesis que baraja la policía es la de un crimen pasional ejecutado por la pareja de la mujer con la que, supuestamente, el conserje mantenía relaciones.
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