Un reportaje de TVE reabre el debate sobre el derecho a la imagen

¿Cuál es la frontera entre la libertad de información y el derecho a la intimidad y la propia imagen? El debate sobre esta cuestión ha sido reabierto por Televisión Española con la emisión, el pasado viernes, de un reportaje sobre la prostitución en la madrileña Casa de Campo. Las imágenes, difundidas en el Telediario de máxima audiencia, mostraban a cara descubierta a un buen número de mujeres, extranjeras en su mayoría, que han tomado el gran parque como lugar de trabajo. Juristas y políticos reflexionan sobre los aspectos jurídicos y éticos que envuelven esta irresoluble polémica.

José Antonio Martín Pallín, magistrado del Tribunal Supremo, opina que TVE se hizo eco de una actividad desarrollada en la vía pública y, por tanto, sometida a la visualización de cualquier persona. Pero el trabajo informativo en cuestión, grabado con cámara oculta, supone una captación realizada con subterfugios y atenta contra la imagen de las personas que salieron en pantalla. 'No es un reportaje neutro, porque no se toma una panorámica global y, además, se hace entrar en diálogo a los sujetos protagonistas'.

Televisión Española alega que un trabajo informativo de estas características no puede afrontarse si no es con cámaras camufladas. Reflexión que es compartida por el magistrado de la Audiencia de Madrid, Arturo Beltrán, para quien, 'salvo que sean menores, filmar cosas que ocurren en la calle entra dentro del derecho a emitir información veraz'. En su opinión, una persona que circula por la calle tiene derecho a su propia imagen. 'Asunto distinto es, por ejemplo, si se detiene a observar un incendio en el que hay cámaras de televisión', sostiene Beltrán.

La clave que explica la emisión de reportajes como el que se difundió el pasado viernes es 'la política del morbo y los sucesos que impera en los telediarios', según Marcel Camacho, representante de Comisiones Obreras en el Comité General Intercentros de RTVE. Camacho lamenta que en ocasiones no estén en funcionamiento todos los 'filtros' y cuestiona la realización de reportajes utilizando cámaras ocultas porque es 'engañar a la gente'.

Televisión Española argumenta no tener constancia de que fueran menores las personas que aparecían en el reportaje. 'Cuando tenemos esa constancia se distorsiona la cara', dijo un portavoz. Añadió que durante la elaboración del polémico reportaje se les preguntó la edad a las personas que se exhibían en la Casa de Campo. '¿Qué podemos hacer si nos dicen que tienen 20 años?', se preguntó dicho portavoz.

Diego López Garrido, catedrático de Derecho Constitucional y diputado, sostiene que la prostitución es una actividad lícita y recalca que todo el mundo tiene derecho a la propia imagen, de modo que 'no es lícita ni la grabación ni la emisión' de las imagenes difundidas, dado que han sido tomadas 'sin el consentimiento' de quienes en ellas aparecen. 'Y si hay menores, todavía peor', abunda. López Garrido esgrime la Constitución y la ley de protección del derecho al honor para subrayar que el derecho a las libertades recogidas en el artículo 20 de la Constitución tiene su límite en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y la infancia.

El portavoz del PSOE en la Comisión de Control, Máximo Díaz-Cano, reclama 'mayor vigilancia' en los medios públicos para preservar el derecho a la intimidad, la vida privada y la propia imagen. 'Tengo la percepción de que se está permanentemente bordeando la Constitución por parte de los medios de comunicación'. Y cree que éstos abusan de la 'audacia' para ganar audiencia.