PP y PSOE unen fuerzas contra el voto del miedo en el País Vasco

El candidato a lehendakari del PP, Jaime Mayor Oreja, abordó ayer de frente el que presume que será su principal obstáculo en el camino a la presidencia del Gobierno vasco: el 'miedo escénico' de la ciudadanía vasca ante el drástico cambio de un Gobierno no nacionalista que enviaría al PNV a la oposición después de 21 años en el poder, una ruptura histórica. También el candidato socialista, Nicolás Redondo, se refirió al temor ante la alternancia. 'Nadie debe tener miedo si el PNV no gobierna después del 13 de mayo, porque aunque ese partido es necesario, como el PP o el PSE, no es imprescindible', dijo.

Ambos candidatos parecen haber identificado, como el gran obstáculo a remover, ese vértigo que parece producir, incluso en sus propios votantes, la incógnita de un futuro con los nacionalistas en la oposición por vez primera desde que existe la democracia. El que trasluce, por ejemplo, la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas en la que, con una estimación de voto de un 21,6% para el PP y un 18,4% para el PSE, sólo un 5,1% ve sin embargo con buenos ojos un Gobierno de ambos partidos, mientras un 35,5% desea un Ejecutivo con presencia de nacionalistas y no nacionalistas.

A eso lo llamó ayer Jaime Mayor 'miedo escénico' y a su combate se aplicó en la presentación en Bilbao de los cabezas de lista ante los comités provinciales y electos vascos del PP. Mayor realizó un discurso monográfico en el que pronunció la palabra 'miedo' varias decenas de veces. A su juicio, la sociedad vasca vive encarcelada en un legado, que atribuyó al nacionalismo, entre el temor físico a ETA y el 'reverencial' al PNV. Es este último el que ha de ser vencido para posibilitar una alternativa de Gobierno no nacionalista que abra paso a un País Vasco sin ETA, ya que el PNV no ha querido acabar con la organización terrorista por miedo a que su derrota arrastrara al nacionalismo y por ello le preparó un 'puerto de refugio' en el Pacto de Lizarra. Mayor llegó a afirmar que si bien ETA ha socializado el dolor, ha sido el PNV quien ha hecho lo mismo con el miedo.

Para todos los vascos

Por su parte, los socialistas se esforzaron en transmitir que su proyecto de gobierno para el País Vasco tiene vocación de abarcar a todos sus ciudadanos, nacionalistas y no nacionalistas, comprometiéndose con los primeros a respetar sus 'sentimientos', su identidad y su lengua. Éste es el mensaje que ayer dejó en San Sebastián el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que trató de imbuir una carga de optimismo y 'esperanza', aunque con la convicción de que el actual PNV no puede seguir en el Gobierno. 'Estamos dispuestos a compartir el cambio, que liderará Nicolás Redondo, con los que renuncien a todo fanatismo' dijo ante 2.500 socialistas llegados de toda España para pasar unas horas con sus compañeros vascos y que dedicaron un cerrado aplauso de dos minutos al concejal socialista de Lasarte Froilán Elespe, asesinado el pasado martes por ETA, y aclamaron a la alcaldesa de esa localidad, Ana Urchueguía, por su 'coraje cívico' tras el atentado.

Rodríguez Zapatero reafirmó a su partido como fuerza política autónoma y garante del cambio, sin ataques al PP pero con sí alusiones críticas. Hubo también llamadas a los nacionalistas y ataques a la actual dirección del PNV por alentar 'utopías falsas': 'No habrá una Euskadi más libre y más plena sin el Estatuto', dijo Rodríguez Zapatero. 'Nosotros sí vamos a respetar todos los sentimientos, desde luego la lengua, y vamos a desplegar toda la potencialidad del Estatuto de Autonomía.

También fue una constante en el discurso del 'candidato del equilibrio', como llamó Zapatero a Redondo Terreros, y sus llamadas a los nacionalistas para tranquilizarles. 'Deben saber que el día después de las elecciones, si nosotros ganamos, los nacionalistas pueden estar tranquilos, vivirán en plena libertad, mejor, más tranquilos, con menos conflictos morales', se comprometió el candidato socialista, con alusiones a desarrollar una política cultural 'que ame el euskera y no lo utilice contra los no nacionalistas'.

Zapatero afirmó que el PSOE recordará a sus propios muertos en igual medida que a todos los demás y pidió que nadie utilice políticamente a las víctimas de ETA.