El drama de Tania Medved
La balonmanista yugoslava a la que El Osito rescindió el contrato por quedarse embarazada pierde el hijo por un aborto espontáneo
Un escueto comunicado anunció la triste noticia: Tania Medved, balonmanista yugoslava de El Osito L'Eliana, había perdido el hijo que esperaba tras sufrir un aborto espontáneo. La historia de Medved, de 26 años, es conmovedora. Operada hace unos meses de un tumor que provocó la extirpación del cuello del útero, los médicos redujeron a 'una entre un millón' las posibilidades de que la deportista se quedara embarazada, según contó Cristina Mayo, entrenadora del equipo valenciano y seleccionadora nacional, cuando trascendió que la jugadora disputó embarazada de unos dos meses un partido de la Copa de Europa ante el Viborg danés. Conocido su estado, el club anunció su despido arguyendo que el contrato de Medved incluía una cláusula que especificaba que el embarazo era motivo de rescisión, una condición muy extendida en el deporte femenino. 'Fue una imprudencia jugar en ese estado', señaló Mayo.
Muy afectada, según fuentes de El Osito, Medved, que cumplía su segunda temporada en el club valenciano, actual campeón de la Liga de División de Honor, se aisló ayer en su casa tras conocer que había sufrido un aborto. Apenas hacía unas horas que había comparecido por primera vez ante la prensa tras el revuelo que armó la decisión de El Osito de rescindir su contrato. Entre feliz y apesadumbrada, Medved lamentó que su estado de gestación perjudicara al club: 'Soy consciente de que me he quedado embarazada en un momento inoportuno. Por otro lado, estoy contenta porque quería tener un hijo'. Horas más tarde comunicaría la luctuosa noticia al club.
'Jugar un partido embarazada de dos meses y teniendo en cuenta que había sufrido una intervención en el cuello del útero pudo haber precipitado el aborto', afirmó ayer el ginecólogo José Vicente Vila Castellar, quien añadió que en estos casos de embarazo se aconseja mucho reposo: 'Desde luego, fue un riesgo jugar así'. Como lo fue el ajetreo de los últimos días.
Desde que trascendió la pasada semana que Medved había jugado en estado de gestación y que El Osito iba a rescindirle el contrato por quedarse embarazada, la juagdora ha sido asediada por la prensa e instada por el club a dar explicaciones. 'Me sorprendí cuando supe que estaba embarazada', afirmó el miércoles Medved, quien se mostró partidaria de incluir en los contratos la cláusula que provocó su despido. Una cláusula que ha abierto un debate en el deporte femenino. 'Me parece bien despedir a una jugadora por este motivo, pues son profesionales y deben tomar precauciones', opinó ayer Jordi Rubí, entrenador del Lleida, también de la División de Honor.
Tania Medved fichó por El Osito la pasada temporada. Procedente de un club de Macedonia, la jugadora yugoslava vivía con su novio en un piso alquilado por el club en L'Eliana, a unos 25 kilómetros de Valencia, y donde se entrena la plantilla del conjunto valenciano. 'Es una chica estupenda, muy correcta y educada', afirmaron ayer fuentes próximas a El Osito, que revelaron que la jugadora llamó la atención del club valenciano tras ser una de las máximas goleadoras de la Copa de Europa disputada hace tres temporadas.
Medved tenía una ficha de unos cuatro millones de pesetas al año. Después de que el club le rescindiera el contrato por quedarse embarazada, había llegado a un acuerdo con El Osito para continuar vinculada al club ayudando en las oficinas. 'Seguro que dentro de un mes ya está jugando de nuevo con nosotras', asegura una jugadora de El Osito. Especialistas consultados por este diario estiman entre 30 y 45 días el tiempo que Medved debe descansar para volver a practicar el balonmano de alto nivel. Más difícil resulta calcular el tiempo en que tardará en olvidar y superar toda esta triste historia.
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