Káspárov y Judit Polgar se enfrentan en Cannes

Cannes se viste hoy de blanco y negro, pero no se trata de cine antiguo, sino de ajedrez moderno: partidas rápidas (25 minutos para 50 jugadas) y grandes estrellas en la Copa del Mundo. La suerte ha decidido que Gari Kaspárov y la húngara Judit Polgar, a quien no logró ganar en Linares, estén en el mismo grupo de la fase previa, junto a la nuevo astro ruso, Alexánder Grischuk, de 17 años. Otro ruso, Alexánder Morosiévich, y el británico Michael Adams, deben dominar el otro grupo.

“Mi grupo es claramente más fuerte”, sentenció Kaspárov nada más llegar a la Costa Azul, donde recibe un trato de gran lujo. Y todo indica que tiene razón: él, Polgar y Grischuk se enfrentarán por el sistema de liga a una vuelta con los rusos Yevgueni Baréiev (11º del mundo) y Péter Svídler (12º y triple campeón de su país), el estadounidense Borís Gulko y los franceses Joel Lautier y Christian Bauer. La buena noticia para el ‘número uno’ es que los cuatro primeros se clasifican para la segunda fase. Aunque el ritmo trepidante del juego propicie los errores, Kaspárov tendría que cometer más que nunca para no pasar.

Lo mismo puede decirse de Adams (4º del escalafón) y Morosiévich (6º) en el grupo B, donde les acompañan el uzbeko Rustan Kasimdyánov, el belga Mijaíl Gurévich, el chino Jiangchuán Ye, el marroquí Hichem Hamduchi y dos franceses: Vladislav Tkáchiev y Etienne Bacrot. Éste, de 18 años, es la gran esperanza del ajedrez galo.

Un dato curioso: es la primera vez que Kaspárov participa en un torneo organizado por la Federación Internacional (FIDE), a través de la Federación Francesa), desde que provocó el cisma, en 1993. El ruso, quien no quiere ni oír hablar de una posible negociación con la FIDE, lo justifica así: “Tengo pruebas de que, en este caso, la procedencia del dinero es limpia”. Más radical es la postura del estadounidense Yasser Seirawan, quien ha rechazado la invitación tras anunciar que no participará en ningún torneo de la FIDE.

Más peculiaridades de la FIDE, o mejor de FIDE Comercio, una empresa de reciente creación, dirigida desde Londres por el ruso Artiom Tarásov: éste promueve la introducción del “uniforme de ajedrez”. En un duelo paralelo de exhibición, la rusa Alexandra Kosteniuk, de 16 años, y la francesa Marie Sebag, de 15, se enfrentarán en el Palacio del Festival de Cannes ataviadas con sendos vestidos en blanco y negro, diseñados por la modista Olga Feshina. En un reciente comunicado, Tarásov amenaza con otra idea, aún más sugerente: “FIDE Comercio proyecta la presentación en Londres, junto a Octagon [una multinacional dedicada al deporte profesional], de variantes más extravagantes del uniforme de ajedrez”.