Borrell sostiene que su plan hidrológico sacaba menos agua del Ebro

El ex ministro socialista José Borrell salió ayer al paso de las críticas que se realizan desde diferentes frentes al PSOE por oponerse al trasvase de 1.050 hectómetros cúbicos desde el Ebro previsto en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) del PP, cuando el PHN ideado por el ex ministro socialista establecía un trasvase aún mayor, de 1.800 hectómetros cúbicos. Borrell recordó que el plan preveía entonces el desarrollo de regadíos en la zona mediterránea cuando el plan del PP no los prevé, 'por lo que en términos relativos, descontando los regadíos, el trasvase del PHN socialista era menor'. Borrell criticó que se haya hecho un problema identitario del agua y avanzó que votará en contra del plan de los populares por cargar todo el peso hidráulico en un solo río. No evitó, sin embargo, criticar que el plan alternativo al PHN de los socialistas, presentado recientemente, no incluyera poner en marcha el canal Xerta-Càlig (Castellón) o el uso del agua residual depurada de Madrid para el riego de zonas de Murcia.

Borrell aseguró comprender la dificultad de los ciudadanos para entender 'el giro copernicano' de los socialistas, que en 1993 presentaron un PHN que, entre otros, preveía un trasvase del Ebro de 1.800 hectómetros cúbicos cuando el de los conservadores lo fija en 1.050 hectómetros cúbicos.

El que fuera titular de Obras Públicas aseguró ayer que, en términos relativos y descontando los regadíos previstos en el PHN socialista, 'el plan del PP demanda más agua al Ebro' de la que demandaban ellos. Borrell apuntó, además, que el PHN de 1993 no se pudo aprobar porque el PP exigió, junto con CiU, la aprobación previa del Plan Nacional de Regadíos: 'El PP, en su primera legislatura con minoría no presentó el PHN, lo presenta ahora, con mayoría, y curiosamente sin el Plan Nacional de Regadíos. De alguna manera, lo que antes exigía ahora no lo cumple'.

El ex ministro aseguró que votará el próximo jueves en contra del PHN del PP, y agregó: 'Porque demandar todos los recursos al Ebro implica un desequilibrio territorial sin justificación técnica, ambiental ni económica, y no sé si política'. Borrell calificó de irracional llevar el agua del Ebro hasta Almería y aseguró que el Duero y el Tajo también podrían hacer aportaciones significativas.