Maragall propone dar una subvención por cada hijo menor de 16 años

El jefe de la oposición socialista en el Parlament, Pasqual Maragall, se comprometió ayer en Tarragona a conceder, si llega al Gobierno de la Generalitat, una subvención anual a todas las familias con hijos menores de 16 años. Maragall considera que el Gobierno de Convergència i Unió (CiU), 'pese a ser natalista como todos los nacionalistas', ha sido incapaz de defender a la familia y propone otorgar con carácter universal entre 50.000 y 100.000 pesetas anuales por cada hijo para incentivar la natalidad.

En la Escuela de Invierno que el Partit dels Socialistes (PSC) ha realizado este fin de semana en Tarragona, Maragall anunció que el gobierno alternativo que preside presentará sus propuestas para incentivar la natalidad. 'Y cuando decimos que proponemos algo es que nos comprometemos a hacerlo porque gobernaremos dentro de poco, y la ciudadanía lo sabe', afirmó.

Maragall sugirió en euros la cuantía de la subvención: entre 25 y 50 euros mensuales (4.150 y 8.300 pesetas). Ello supondría una asignación anual, con carácter universal, de entre 50.000 y 100.000 pesetas por cada hijo menor de 16 años. El dirigente socialista aventuró que la aplicación de esta medida tendría un coste de unos 100.000 millones de pesetas anuales en los Presupuestos de la Generalitat.

El líder de la oposición socialista asumió otro compromiso para fomentar la natalidad: facilitar el acceso a las guarderías de los niños mediante una subvención anual de una media de 200.000 pesetas por niño y año. A su juicio, es necesario 'invertir en los niños para mejorar la situación de los viejos' y recordó que el sistema asistencial y de pensiones depende de una política familiar 'más potente' que favorezca la natalidad, así como de la compatibilidad entre el trabajo y el crecimiento demográfico.

Inmigrantes en la escuela

Maragall exigió ser muy cuidadoso sobre el equilibrio entre hijos de inmigrantes y oriundos en las escuelas: 'Si somos chauvinistas y demagogos, tendremos más problemas de radicalización de los colectivos de inmigrantes en su disposición a colaborar', afirmó.

Asimismo, Maragall se mostró muy crítico con la política del Gobierno de Jordi Pujol en algunas zonas de Cataluña. '[El Gobierno] se ha equivocado en su relación con el territorio y ahora, cuando está en sus postrimerías, lo aprende', dijo. El dirigente socialista rechazó que la tensión en las tierras del Ebro se reduzca únicamente al Plan Hidrológico Nacional, que consideró carísimo tanto desde un punto de vista financiero como ecológico. 'No es agua, es la tierra', añadió.

Nuevamente, Maragall repitió la máxima de Es el territorio, amigos míos, su particular versión del eslogan que llevó a Bill Clinton a la reelección en Estados Unidos, Es la economía, estúpidos. Abundando en la cuestión, el presidente del PSC recordó la incomprensión de nacionalistas españoles y catalanes sobre el funcionamiento interno del PSOE y se mostró convencido de que es posible 'ser diversos e ir a la vez juntos'. También hizo un llamamiento al Partido Popular de Cataluña para que se dote de una personalidad propia.