'A Pujol lo llevo con resignación'

Pregunta. Varias compañeras querían venirse conmigo a la entrevista. ¿Qué les da?

Respuesta. Les doy todo lo que puedo.

P. Usted no es el guapo clásico. ¿Cuál es su gracia?

R. Eso supongo que lo sabrá mejor la gente que me encuentra alguna. Yo intento ser como soy y no engañar, no ponerme postizos.

P. ¿Liga mediante revistas de contactos, como en Una relación privada?

R. En caso de que la respuesta fuera afirmativa, no creo que te lo dijera.

P. Para hacer ahora de maltratador de mujeres en Solomía estudió varios casos. ¿Se vacunó suficientemente?

R. No. No se vacuna uno suficientemente ni para ser maltratador ni para ser maltratado. Es una realidad que, cuando la conoces, te desborda.

P. Premio al Mejor Actor Europeo del 2000. ¿Se lo cree?

R. Pues me lo creo porque me dieron el papel y, efectivamente, pone mi nombre. Pero es una cosa increíble.

P. Premio Cesar al mejor intérprete del cine francés, por Harry, un amigo que os quiere. ¿Es más profeta fuera de su tierra?

R. Yo me siento suficientemente profeta en mi tierra. No tengo ningún reproche hacia ella.

P. En España también le tiran ya los tejos con reiteración.

R. Sí, ahora me los tiran allá por donde voy. Y a mí me encanta tirar tejos y que me los tiren.

P. ¿Tiene algo que ver con el psicópata de Harry...?

R. Físicamente, mucho, porque es mi cuerpo el que utilizamos para encarnarlo. Psicológicamente, tengo poco que ver con él.

P. No era su primer papel de malo: de pequeño ya hizo de demonio en Els Pastorets, en su pueblo.

R. Sí señora, sí. Gran papel, Satanás.

P. ¿El que más le ha gustado de su carrera?

R. En todo caso, el que más me gustaba de esa función. Dicen que los malos tienen más atractivo.

P. ¿Qué le quedó del demonio?

R. Pues los cuernos espero que no; cola, en principio, tampoco llevo... Poco. Las ganas de volver a hacer un día esta función medio amateur.

P. Dice estar acostumbrado a la inestabilidad económica y laboral. Pero da la impresión de que últimamente se le ha aparecido la Virgen.

R. Yo, porque no creo en vírgenes ni en apariciones. Pero sí me doy cuenta de que, desde hace tres años, estoy en una situación excepcional.

P. Asegura que no viviría fuera de Vilanova i la Geltrú. ¿Es el ombligo del mundo?

R. No, no, hostia, por suerte; por eso vivo allí, porque no lo es. Es sólo mi pueblo.

P. ¿Qué le falta a París para llegar a los talones a Vilanova?

R. A Vilanova le falta la Torre Eiffel y a París le sobra mucho.Y le falta sobre todo una cosa muy grande, aunque sólo tiene tres letras: el mar.

P. Toque la moral a los franceses, y atrévase a decir que el cava es mejor que el champán.

R. ¡Ah, no! Esto, sin duda.

P. Se está usted jugando volver a trabajar en Francia.

R. No, qué va, si son superguasones.

P. Cuando dijo que Ana Botella daba 'unos saltitos muy sensuales, como de colegiala', ¿en qué grado de perversión se hallaba?

R. Estaba, seguramente, en un estado próximo al coma etílico.

P. ¿Y cómo son los saltitos de Marta Ferrusola?

R. Marta Ferrusola me parece que no llega ni a saltar. Se descuajeringaría.

P. Cuando el Círculo del Liceo no admite mujeres, ¿merece la pena ser de Barcelona?

R. Puede haber pandas de dinosaurios en cualquier ciudad honorable del mundo.

P. ¿Le inducen a mayor obediencia Gaspart, Pujol o la Moreneta?

R. Pues mira, a ninguno de los tres los asumo como alguien a quien tenga que obedecer.

P. ¿Pero cómo lleva lo del Barça?

R. Lo llevo como puedo, sobre todo este año.

P. ¿Y lo de Pujol?

R. Con resignación, pero con una cierta esperanza de que un día deje de resignarme.

P. ¿De mayor querrá ser francés, dado lo bien que le tratan?

R. No, no, en absoluto. No puedo evitar ser catalán.