Una semana aciaga
Las bolsas estadounidenses han sido protagonistas destacados en una semana aciaga para los mercados internacionales. Tras las fuertes cesiones, y la vulneración de algunos niveles significativos, en modo alguno cabe esperar un cambio de tono en las próximas jornadas. Además, al contrario de semanas previas, el Dow Jones ha perdido los 10.000 puntos y se ha comportado casi tan mal como el mercado tecnológico, lo que pone de manifiesto que no hay sectores que se libren de las dudas. En este sentido, la volatilidad se ha disparado a niveles sólo vistos en épocas de crisis financieras.
Una vez más, ni los datos macroeconómicos ni las comunicaciones empresariales han aportado datos positivos a los inversores, que, pese a mostrar que daban por suficientes las correcciones acumuladas previamente, no quieren verse sorprendidos por el efecto de un deterioro mayor de las expectativas. En este sentido, los datos de producción industrial, ventas de viviendas, inventarios y consumo han seguido agudizando la ralentización de la economía de EE UU. Al tiempo, los datos de precios conocidos siguen experimentando una moderación gradual, lo que ha venido a reforzar la posibilidad de un fuerte descenso de los tipos de interés en la cita que la Reserva Federal (Fed) tiene el martes.
En todo caso, un recorte significativo de tipos está prácticamente descontado en el mercado de renta variable y han sido otros los motivos que más han empujado a la baja a los índices. Especialmente, las revisiones a la baja de resultados y planes de reducción de plantilla de compañías de la entidad de Intel, Cisco, JDS Uniphase, Motorola y de otras más tradicionales como McDonald's y Delta Airlines han caído como una losa sobre el mercado.
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