El Mirador ofrece un montaje doble en torno al sexo y las bodas
La sala aborda la ironía del matrimonio con 'Me caso, no me caso'
'Todos los trabajos están basados en la experiencia personal o de gente cercana. Muchos piensan que casarse significa libertad cuando, en realidad, te sometes a compromisos a los que te ves empujado', destaca Muraday. El director y coreógrafo de Me caso, no me caso imprime humor a la pieza y un toque rítmico italiano que hace más dinámica todavía la peripecia blanca y radiante de 'padrinos, invitados, los novios, sus esperanzas y sus miedos'. 'Usamos música napolitana y una tarantela por primera vez', destaca Muraday.
La otra obra con la que danza la sala El Mirador se titula Vergine y pone la lupa en la impericia y la inseguridad tierna del sexo primero, todo 'enfocado con plasticidad, ironía, cariño y mucho amor', según los programadores.
El coreógrafo explica que Vergine es una suma de las 'experiencias acumuladas de los bailarines sobre la primera vez'.
Muraday aprovecha el tono de la pieza para despedazar algunos estereotipos. 'Se piensa que la danza contemporánea es lúgubre. Pues no, esta obra está contada de forma plena, directa, enérgica y asequible al público; es una pieza por la que tengo mucho cariño, porque tiene un mensaje muy claro y fresco', argumenta.
Un 'toque nuevo'
Los programadores afirman que el madrileño Muraday, de 31 años, ha dado un toque nuevo a la danza al incorporar 'el humor, la acrobacia y una estética muy definida', que son las marcas de la casa, o sea, de Losdedae, su compañía.
Este coreógrafo madrileño apuesta no sólo por la técnica, sino por el caudal de energía de los bailarines. Y recuerda, siempre que se le da la oportunidad, que la danza contemporánea no tiene por qué ser 'difícil, complicada y muy hermética', como se critica. 'Las posibilidades de movimientos, de músicas y de estéticas son infinitas y te permiten desarrollar la creatividad sin trabas; si tus ideas son frescas, expansivas, y lo que quieres transmitir es cristalino, no hace falta emplear un lenguaje aburrido', subraya el coreógrafo
Muraday prefiere 'al público joven' para sus espectáculos, más que por la edad en sí, por 'su visión un poco más virgen, menos condicionada por los juicios previos, en cuanto al tipo de espectáculos que va a ver'.
Me caso, no me caso y Vergine, de Losdedae, en la sala El Mirador (c/ Doctor Fourquet, 31). Del 22 de marzo al 15 de abril. Viernes y sábados, a las 20.30, y domingos, a las 19.00.
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