El Defensor del Menor insta a endurecer la ley para vetar que los jóvenes compren alcohol
Urra solicita que los vendedores exijan el DNI a los chavales que pretendan adquirir 'botellones'
El Defensor del Menor propone que se modifique la Ley 5/2000 de Garantías de los Derechos de la Infancia y la Adolescencia, aprobada el año pasado, por considerar que es 'insuficiente' para 'mitigar los riesgos que supone para los adolescentes el consumo desmedido de alcohol'. Esta ley elevó de 16 a 18 años la edad mínima para poder comprar alcohol en la región. Pero el defensor del Menor, Javier Urra, ha dirigido un escrito al presidente de la Asamblea, Jesús Pedroche, en el que pide nuevas y más duras medidas, entre ellas que se imponga a los vendedores la obligatoriedad de 'comprobar la edad del adquirente de bebidas alcohólicas mediante la exhibición de un documento de identificación válido'.
El Defensor del Menor precisa que la presentación del DNI a la hora de comprar una bebida alcohólica 'deberá constituir un requisito indispensable para dotar de una mayor eficacia' la modificación legal que propone. Y llega más allá: cree que la presentación de este documento de identificación es inexcusable y que no puede ser sustituido ni siquiera por una 'ineficaz o intrascendente' autorización firmada por un adulto.
Urra defiende también que se 'limite la entrada de los menores de 18 años a discotecas, salas de fiesta y establecimientos similares en los que se venda o facilite el consumo de bebidas alcohólicas'. Pero, a la vez, recomienda que 'con el fin de no restringir el acceso de los menores a actividades lúdicas, en este tipo de locales se podrían establecer sesiones especiales para los menores de 18 años'.
El defensor, que repetidamente se viene mostrando muy preocupado por el elevado índice de alcoholismo entre los adolescentes de la región, resalta que la Policía Municipal 'no puede retener a un menor de edad (aunque tenga 10 años o menos) que esté ingiriendo alcohol de más de 40 grados, porque lo que se persigue es la venta, no el consumo'. '¿Resulta preventivo?', se pregunta. Por eso reclama que 'a los menores de 14 años [aunque tengan el permiso de sus padres] se les prohíba el consumo de alcohol en lugares públicos no habilitados legalmente para ello (por ejemplo, en las denominadas terrazas), lo que redundará en beneficio de la extinción de la moda del botellón, que tanto está dañando a la infancia'.
La institución dirigida por Urra tiene claro que 'bebida alcohólica' es cualquiera 'cuyo contenido o graduación natural o adquirida sea igual o superior al 1% de su volumen', por lo que incluye como tales a las cervezas.
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