Muy poco

Primera entrega. Barcelona frente a Fuenlabrada. Hombre rico, hombre pobre. En la zona alta del graderío habitan unos irreductibles aficionados llegados de Madrid con una colección de bombos que haría enloquecer al mítico Manolo. Aíto coloca a Hawkins de titular. El último fichaje azulgrana es un base a la antigua usanza, tanto que parece que la canasta no va con él. De cualquier forma, es una opción más en un equipo al que si le falta algo no son desde luego recursos humanos.

Gasol falla su primer tiro. Mira que si se pone nervioso ahora, con todos ésos de la NBA mirándole. Pero no hay que alarmarse. Sus tres siguientes acciones terminan con sendos machaques, el tercero descomunal despues de driblar como uno de 1,90. En cuanto se vaya a Estados Unidos y se alimente con lo que le dieron a Kukoc para aumentar en tres tallas sus camisas no va a haber quien le pare.

Florentino Fernandez, perdón, Óscar Quintana, entrenador de los madrileños, no se sienta un instante. No se relaja ni con un bocadillo de valiums. El Fuenlabrada encadena dos canastas. Tiemblan los cimientos del pabellón ante el estallido sonoro. ¿Se ha puesto por delante? Qué va, sigue perdiendo por 17, pero los del bombo deben de estar pasados de Red Bull.

El partido sigue un curso más conocido que el del Ebro y las sorpresas quedan para otro momento. Se van los del bombo y llegan los de la Demencia.

Segundo acto. Los que no vienen son los jugadores de Estudiantes. La caraja, tambien llamada empanada, es de tal calibre que los fantasmas que durante nueve partidos ha visto el Pamesa se vuelve más inofensivo que Casper. Sólo Felipe Reyes está en lo que se celebra, poca cosa frente a un equipo que desea más que nada acabar con su pesadilla.

Debuta un tal Garnett en el Estu y se marcha sin que sepamos cómo y de qué juega. Con ventaja, el Pamesa hace lo que más le gusta, lo que le hizo famoso. Rodilla manda, bota que te bota, y Hopkins, Alston, sus triplistas o él mismo la meten después de hacerte defender más de 20 segundos.

Final de la historia, la racha y la defensa del campeón. Y también de una jornada que dio muy poco de sí. Y eso siendo generosos.