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Una indigente da a luz a un niño en un portal de la calle de Serrano

Hanna, una mujer yugoslava de 29 años que vive en la calle con Aquilino, su pareja, dio a luz a un niño a las 4.15 de ayer en el portal de la zapatería Gutiérrez, sito en la calle de Serrano, 66. El Samur-092 acudió al lugar tras una llamada del padre y halló a la mujer 'con la cabeza del bebé casi fuera', según Fernando Farreras, el médico que la atendió. Fuentes de la clínica de la Concepción, donde ingresaron madre e hijo, informaron de que ambos 'están muy bien'. El bebé pesó 2,580 kilogramos.

'Es la primera vez que me pasa esto en 11 años como médico, pero ha sido muy fácil. El pequeño lloró enseguida, la mejor señal en un parto', declaró Farreras. Junto a él, los enfermeros Ángel Casas y Edurne Gil, y el conductor de la ambulancia, Miguel Ruiz, fueron testigos de una vivencia 'especial'. 'Sólo nos dio tiempo de subirla a la ambulancia. El niño nació en un minuto y sin ningún problema. Ella no paraba de decirnos que estaba muy agradecida por haberla ayudado', relató Edurne.

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La cuestión ahora es si los padres, ambos toxicómanos, sin trabajo y sin hogar, podrán mantener la custodia del niño. 'Queremos tenerlo con nosotros, pero necesitamos ayuda', confesó Aquilino. 'Ya tenemos otra niña de cuatro años que está en un centro de la Comunidad. Está mejor allí que en la calle, pero nos gustaría vivir todos juntos en una casa. Teníamos un piso, pero nos echaron porque no podíamos pagar el alquiler. Nuestro problema es que estamos enganchados. Pero yo no quiero tomarme la metadona porque es veneno y no sirve para dejar la droga', explicó. Aquilino conoció a Hanna en Italia, hace cinco años. 'Tuvimos a la niña y luego nos separamos. Pero hace más de un año que volvimos', recuerda.

Las parejas con hijos que viven en la indigencia tienen grandes dificultades para encontrar albergues donde cobijarse. Todos los refugios están separados por sexos y no hay ninguno con cabida para parejas. Los trabajadores de la Red de Apoyo a la Inserción Sociolaboral (RAIS), una entidad que apoya a las personas sin hogar, conocen bien estos problemas. En el último año han tenido que dar muchas vueltas para encontrar cobijo a una mujer sola y embarazada y a otra pareja que esperaba un niño.

Lista de espera

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'Los pocos recursos de acogida que existen para mujeres gestantes tienen lista de espera, y no hay ninguno para parejas. Una vez nace el niño la situación es aún peor, ya que, normalmente, los servicios sociales proponen a la madre que deje al niño en un centro de la Comunidad y que ella vaya a un albergue; eso provoca mucho sufrimiento, porque hay mujeres que pueden y quieren cuidar a sus hijos', explican desde la asociación.

Aquilino y Hanna eran conocidos por los comerciantes de la calle de Serrano. 'Cada noche dormían en el escaparate, desde hace más de un año. Les despertábamos al abrir la tienda, a las 9.30. Ella era muy maja, pero a él le costaba mucho levantarse', comentaba ayer Miguel Martínez, encargado de la zapatería Gutiérrez.

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