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Vicente Amigo toca su flamenco y otras músicas en su nuevo disco

El guitarrista presenta mañana 'Ciudad de las ideas' en Madrid

Con los nervios de la responsabilidad que suelen tener los flamencos cabales cuando tocan en Madrid -'el mejor público de la tierra, muy caliente y muy exigente'-, 'con ganas de dar lo mejor' para que se conozcan fielmente los tesoros de Ciudad de las ideas, lleno de humor y cachondeo y recién llegado de su gira por Tokio -'gente fantástica y respetuosa'- y París -'exquisito y caliente'-, Vicente Amigo compareció ayer en la Fnac para presentar el concierto de mañana en el Palacio de Congresos de la Castellana.

Dijo que ya sentía la necesidad de volver a mirarse dentro y que eso es lo que ha hecho en este disco que toma el título de un poema de Kavafis: 'Es un escalón más, que espero estar subiendo, en la búsqueda de mi música, del flamenco como yo lo entiendo. Partiendo del respeto a la raíz, busco cosas. Y aunque no sean flamencas, si salen, no me importa, las dejo, no tengo por qué cerrarlas. Al fin y al cabo tienen que ver conmigo, con esa búsqueda. Digamos que me retiro de la teoría, hago música lo mejor que puedo y ya está'. Efectivamente, el disco es una mezcla de diversas tendencias, estilos o sonidos. En los casi 50 minutos, hay canciones (Tres notas para decir te quiero, Ojos de la Alhambra -con la voz de Khaled-); temas flamencos más o menos clásicos (las alegrías que canta Dieguito el Cigala, una soleá, unos tangos...), e incluso un bolero (el Bolero de Vicente, dedicado a su hijo).

Amigo ha contado con colaboraciones como la de Pedro Aznar, Montse y Lin Cortés (voces), Tino di Geraldo (percusión), o El Bo (jaleos), además de segundas guitarras, violas, violines y violonchelos.

El formato del concierto de mañana será más reducido. Un cantaor (Blas Córdoba), la batería de Tino di Geraldo, el bajo de Maca, la guitarra de José Manuel Hierro, la percusión de Patricio Cámara y, a diferencia de sus últimas actuaciones, ningún bailaor: 'Fuera de España siempre piden que haya baile; algunas veces entramos por el aro y otras no. Ahora tiene que predominar la guitarra. Es la hora de escuchar a Vicente Amigo. Y eso no quiere decir que a mí no me guste ver bailar en condiciones'.

En cuanto a la inspiración de Kavafis, Amigo quiere dejar claro que sólo le pidió prestado un verso de un poema para el título. 'Es la conversación de dos poetas, uno viejo y otro joven. El joven le dice al viejo que ha puesto muy alta la escala de la poesía, que no puede llegar ahí. El viejo le contesta que eso es blasfemo, que debe estar orgulloso de haber entrado en la Ciudad de las Ideas y de que se le respete. Me pareció que eso se podía aplicar a muchas cosas y por eso lo utilicé. Pero que nadie piense que yo he intentado poner música al arte de Kavafis, o de Alberti, o de cualquier otro poeta'.

'Sólo se trataba de disfrutar', añade Amigo. 'Soy un esclavo de la guitarra entre comillas. Me gusta disfrutar de la vida y eso se nota en la guitarra. Aunque sea de forma inconsciente, ahí sale todo lo que te gusta, ya sea Frank Zappa, Pat Metheny o el cante flamenco, que, por cierto, es lo que más me gusta y lo que mejor conozco'.

Vicente Amigo, ayer en Madrid
Vicente Amigo, ayer en MadridMIGUEL GENER
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