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El kilómetro 15 de la carretera de Barcelona (N-II), uno de los puntos negros de las carreteras madrileñas, se convirtió ayer de nuevo en una trampa mortal. La lluvia y un posible exceso de velocidad se aliaron para que el coche en que viajaban los hermanos Ruiz Vargas se precipitara al río Jarama desde el puente de San Fernando, en el término municipal de San Fernando de Henares. El conductor, de 26 años, pudo salir por la ventanilla del vehículo. Su hermano Patricio, de 22, tuvo peor suerte. Los buzos de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid y la Guardia Civil tardaron cerca de 14 horas en rescatar su cadáver del coche sumergido.
El accidente ocurrió alrededor de las cuatro de la madrugada, cuando el Ford Focus de color verde azulado con matrícula V-3554-GX se salió por el margen derecho tras pasar la curva que da entrada al puente, rompió unas vallas colocadas la semana pasada por el servicio de mantenimiento de la autovía y cayó al río.
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