Los inmigrantes abandonan las iglesias de Barcelona tras 47 días de encierro
Los 700 'sin papeles' esperan ser regularizados con el acuerdo firmado
A primera hora de la tarde, y tras una multitudinaria y tensa asamblea en la iglesia del Pi, los inmigrantes escenificaron el fin del encierro con una salida triunfal por la puerta principal del templo, con los dedos en alto simbolizando el signo de la victoria, una larga y sonora ovación, y un grito unísono: '¡Papeles para todos!'. Inmediatamente, los inmigrantes, que coreaban cánticos en sus lenguas, salieron en manifestación hacia la Rambla en dirección a la Delegación del Gobierno, donde entregaron 62.850 firmas de ciudadanos catalanes que apoyan sus reivindicaciones.
'Es una victoria. La primera victoria de los inmigrantes en este país', dijo la portavoz de la entidad Papeles para todos, Norma Falconi, ante la sede de la Delegación del Gobierno en Cataluña. Los 47 días de encierro, que empezaron con duras huelgas de hambre que llevaron a varios de los encerrados al hospital, han permitido arrancar de la Delegación del Gobierno el compromiso de revisar con criterios de 'máxima amplitud' las solicitudes de permiso de residencia rechazadas durante el último proceso extraordinario de regularización. La Administración también está dispuesta a regularizar a los inmigrantes llegados antes del 24 de enero que acrediten tener una oferta de trabajo.
La Delegación del Gobierno aceptó también incluir en el acuerdo un anexo que hace especial hincapié en la concesión de permisos de residencia temporales por circunstancias excepcionales humanitarias o de arraigo. De esta manera los inmigrantes creen que la mayoría de los encerrados podrán finalmente tener su situación regularizada. Hasta ayer, la delegación del Gobierno había recibido un total de 775 solicitudes de regularización.
Tras la firma del acuerdo entre inmigrantes y Delegación del Gobierno, prevista para esta mañana, se constituirá una comisión de seguimiento del pacto, de la que formarán parte representantes de la administración central y de los inmigrantes, así como los sindicatos CCOO y UGT, Cáritas, ACSAR, Cruz Roja y un miembro del arzobispado.
Para el próximo martes, los inmigrantes tienen prevista una reunión con representantes de los distintos grupos del Parlament para exponer sus inquietudes. Así lo prometieron los diputados Rafael Hinojosa (CiU), Daniel Sirera (PP), Jaume Oliveras (ERC) y Rafael Ribó (IC-V), tras recibir ayer a los inmigrantes que se concentraron durante unos minutos ante el Parlament después de haber entregado las firmas de apoyo a la Delegación del Gobierno.
Tras la manifestación, un portavoz de CGT, Antoni Gil, leyó un comunicado firmado por los extranjeros que han participado en el encierro en el que se agradecía el apoyo de la sociedad civil catalana a la lucha de los encerrados. En el documento se rechazaba que la sociedad catalana sea racista, como 'supuestas mayorías mediáticas han querido justificar con los discursos xenófobos de los últimos días'.
La asamblea que precedió la salida de los inmigrantes de las iglesias estuvo marcada por la crispación y la división entre los distintos colectivos que han mantenido la protesta, mayoritariamente paquistaníes y magrebíes, estos últimos más reacios a abandonar los encierros y con mayores dificultades para encontrar una alojamiento.
A esta división se añadió un grupo de inmigrantes 'que han aparecido en los últimos días del encierro y que han intentado crispar los ánimos', según explicó Norma Falconi, portavoz de la entidad Papeles para Todos. A este grupo pertenecen, según Falconi, la mayoría de la treintena de inmigrantes que decidió permanecer en la iglesia del Pi y empezar una huelga de hambre, ya que no confían en que la Delegación del Gobierno asuma los compromisos de revisión de expedientes de regularización que esta mañana debe ratificar con los inmigrantes.
Desamparo de 150 extranjeros
El fin del encierro en la decena de iglesias de Barcelona deja desamparados a unos 150 inmigrantes que han participado en la protesta, ya que no tienen ningún lugar donde alojarse. Anoche, varios de los inmigrantes pretendían ir a descansar a algunos de los templos que han acogido estos días las protestas. Otros, la mayoría paquistaníes, tenían previsto alojarse en casas de compatriotas. Precisamente para esta mañana está prevista una reunión entre la consejera de Bienestar Social, Irene Rigau, la concejal del Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona, Núria Carrera, y la Delegada del Gobierno, Julia García Valdecasas, para concretar fórmulas de acogida y atención a los inmigrantes que han quedado sin techo tras finalizar el encierro.
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