CiU y PP votan contra un plan de Cercanías para el Camp de Tarragona

Los grupos parlamentarios de CiU y PP en la comisión de Infraestructuras del Congreso rechazaron ayer la proposición no de ley presentada por los socialistas para la elaboración de un plan de cercanías ferroviarias en el Camp de Tarragona. La diputada socialista Carme Miralles, que defendió la proposición, no se mostró sorprendida por el resultado de la votación, 'que refrenda una vez más que Tarragona no se encuentra en el mapa del PP y, por lo tanto, tampoco en el de CiU'.

El PP argumentó su voto en contra por la supuesta confusión que se crearía y calificó a los socialistas de 'oportunistas' porque la proposición coincide con la creación de un consorcio que aúna a los ayuntamientos del Camp de Tarragona (Tarragonès, Baix Camp, Alt Camp) con el fin de constituir un grupo de presión para lograr infraestructuras que falten en la zona. Los diputados de CiU explicaron que el plan deberá hacerse en un futuro, cuando se conozcan las repercusiones de la alta velocidad.

La elaboración del plan es necesaria, según los socialistas, por el elevado número de desplazamientos que se producen entre las tres comarcas, la mayor parte de los cuales se hacen en automóvil particular, mientras que el uso del ferrocarril se limita al 2%. Pese a que el tren tiene una presencia física importante por su concentración de líneas, el servicio ferroviario no está estructurado para dar respuesta a una demanda creciente. Miralles cree que la proposición no es extemporánea 'porque es urgente adecuar las cercanías, justamente ahora, cuando se está resolviendo la implantación de la alta velocidad'.

Peajes en la A-7

Por otra parte, el subdelegado de Gobierno de Tarragona, Raúl Navarro, aseguró ayer la prórroga de las bonificaciones que percibían los transportistas en los peajes de Tarragona y El Vendrell (del 66% y del 33% del total de los mismos respectivamente) durante un periodo de seis meses. El pasado lunes el ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, anunció la intención de renovar el convenio temporalmente. La inauguración de la variante Altafulla-Torredembarra suponía el fin del accuerdo con las asociaciones de transportistas, cuyos portavoces alertaron del consecuente atasco en la N-340 y pidieron una prórroga del pacto.

Los vecinos de la urbanización de la Mora, que se manifestaron durante un año por la peligrosidad del tráfico de camiones en la N-340, se mostraron también contra el fin del convenio.